El IPS existe en teoría para cubrir los problemas de salud de los asegurados y prepararlos para su jubilación. Recauda dos millones de dólares por mes pero carece de todo y su futuro es negro. Sus autoridades además de robar miserablemente han venido procrastinando las soluciones para prevenir dramas que pueden ser graves y hasta fatales mañana.
En los graves dilemas que se tienen al dejar de lado la actitud y conciencia preventiva, una que parece no formar parte del tekó nacional o nuestra forma de ser es la honestidad en el manejo de la cosa pública como la Contraloría lo reportó.
Esta Institución que existe desde 1943 para responder bien a lo que necesita un asegurado para tener sobre todo seguridad en su presente y futuro. Tenemos la urgencia de corregir sus formas de administrar y/o gerenciar la seguridad social. El IPS resume todo lo peor en materia administrativa y en términos de salud los riesgos no solo de perder las piernas son reales sino la vida misma. La actual administración se ha esmerado para superar a las anteriores que ya eran muy malas.
El prever consiste en preparar o disponer con antelación los medios necesarios para disminuir los efectos negativos de una acción. Deben tener todas las herramientas y métodos ya predispuestos para su correcto funcionamiento. Y no cómo nos habituamos solo a ver cómo se forman campamentos de parientes de asegurados obligados a comprar medicamentos que debieran ser proveídos por la previsional.
Muchos de estos problemas de insumos, salarios y personal médico pueden solucionarse si existe un espíritu e intención real hacerlo funcionar porque hasta ahora sus administradores lo único que muestran desean es robar. Los grandes perdedores son los patrones y los empleados los verdaderos dueños del IPS. Una pena.
