La adicción crece en todos los niveles y el Paraguay ya no es solo un país de paso como lo probó el cargamento de 23 toneladas de cocaína hacia mercados europeos sino que también los niveles de consumo han crecido notablemente poniendo en riesgo a segmentos sociales cada vez más jóvenes. El consumo del crash y otros derivados de mala calidad de la cocaína se ha convertido en una bomba social que repercute en violencia desenfrenada en nuestras calles y varios dejados en calidad de zombies.
En el exterior algunos datos sorprenden como que en los últimos seis años, la gran mayoría de las muertes por sobredosis en la Columbia Británica (Canadá) han sido provocadas por las impurezas de las drogas callejeras.
Esto forma parte de los efectos negativos conocidos de la droga a la que habría que prestar mucho más atención con políticas públicas para luchar contra el tráfico y consumo de lo que nos hace mal. Sin embargo en esta guerra ahora tenemos el peligro que la mala calidad del bagazo de la droga está dejando a cientos de jóvenes marginados y con severos dramas.
Se requiere una labor de todos
Hay que denunciar a las autoridades responsables en controlar el movimiento de estos productos ilegales es una parte del problema cuando vemos que actores políticos coludidos con las autoridades de la justicia y la policía hacen parte de este inmenso negocio que mueve miles de millones de dólares a escala global. Hay una sensación instalada de que estamos perdiendo la guerra.
Los datos entre nosotros no lo conocemos pero con toda seguridad deben ser superiores y sorprendentes.-