La expresión que dice, los pingos ya están en la gatera, podríamos afirmar con respecto a los nombres de aquellos que pretenden ser presidentes de la República del Paraguay, el vicepresidente y otros cargos en el legislativo. Ha terminado el periodo de inscripción y ahora comienzan a establecerse los niveles de confiabilidad o de desprecio hacia los candidatos, el soberano, el mandante, a quien muchos políticos temen, especialmente cuando tienen conciencia y saben cómo votar, serán decisivos en estos meses previos a las internas primero y las nacionales después, tendríamos que mirar en el contexto qué capacidad tienen aquellos que visitan su nombre, qué antecedentes, cuáles son las verdaderas motivaciones que llevan a plantearse la idea de ser presidente o vicepresidente, o también miembro del congreso.
Cuáles son los verdaderos propósitos en temas específico como educación y salud, cuánta conciencia tienen de la realidad del país y cuántos sólo buscan espacio por vanidad, por egoísmo, por codicia y por otros defectos que han hecho que nuestros políticos no están a la altura de la circunstancia y haya un alto nivel de desprecio hacia ellos. Es el tiempo de hacerle correr el sudor frío por las espaldas a nuestros políticos, el peor de los argumentos sería el reconocer de qué hay que elegir al menos peor de entre todos, es el momento también de buscar a los mejores con todo lo que tengamos incluso como oferta electoral.