Las labores que realizan muchos grupos en materia sanitaria locales e internacionales, nos demuestra que todavía no tenemos una salud pública como debiéramos, todo esto se presta también muchas veces a cuestiones de carácter político electoralista y al robo.
Hay muchos medicamentos que se roban del IPS y otros hospitales públicos para repartirlos durante la campaña, pero no vemos hasta ahora que nadie haya hecho una tarea que realmente se debiera hacer en términos de dotar a la población paraguaya con un sistema de salud que funcione y eso porque todos nuestros dirigentes políticos pueden ser atendidos en hospitales privados a nivel local o en el extranjero, pero no traen absolutamente nada de esa experiencia, incluso la dramática que tuvieron Fernando Lugo y Alliana, víctimas del cáncer y tratados en el Sao Paulo.
A la vuelta, ambos, por la relevancia del cargo que tienen, deberían haber impulsado por gratitud, un centro de ese tipo que pudiera atender a personas con dolencias similares, pero ni eso tenemos en nuestros dirigentes políticos absolutamente absorbidos por las cuestiones que tienen que ver con la vanidad, el egoísmo o la codicia, el sistema de salud no puede seguir viviendo de cuestiones solidarias y ocasionales, debe existir un sistema de salud que funcione para todos y todo el tiempo.