Para alimentarnos muchas veces no damos a lo que conviene comer y vamos más por lo que sabe bien y complace nuestro paladar o hace que la comida sea palatable o que sea agradable al gusto. No nos alimentaremos de gusanos, hormigas o arañas aunque formen parte de platos habituales en algunos países, preferimos consumir alimentos procesados o hechos a base de aceite, sal u otros condimentos que den sabor a nuestra comida.
Una que sería muy distinta si nos tocará almorzar o cenar bichos, que dan un sabor carnoso a nuestra comida y ayuda al medio ambiente según científicos. Por ejemplo, los saborizantes elaborados con gusanos de la harina podrían usarse algún día en alimentos precocinados como fuente de proteínas.
Muchas veces nos toca consumir pizzas, pasta, pan o cereales sin estar bien conscientes de lo que se encuentra dentro de nuestra “comida”, que al ser hechas con productos procesados , pueden dañar nuestro organismo o generar una tendencia de volvernos viciosos o adictos al plato que habíamos pedido que nos traigan por delivery. Sin tener en cuenta que el exceso de consumo de alimentos procesados puede aumentar el riesgo de trastornos cardiovasculares, trastornos metabólicos, como la obesidad y la diabetes, enfermedades coronarias y enfermedades cerebrovasculares.
Buscar nuevas opciones
Que es a su vez una realidad totalmente distinta al optar por una alimentación orgánica o vegetariana.Que son productos libres de hormonas, antibióticos, colorantes y saborizantes artificiales. Además de ofrecer productos que traen beneficios para la salud al ser humano, colabora con detener significativamente daños al medio ambiente y a la tierra de cultivo.
Todo esto no debe causar miedo, asco ni una actitud que rechace gusanos, hormigas u otros insectos que preferimos matar antes que consumir, por lo que preferimos nuestro plato de bife de chorizo, pasta, o empanadas porque se ven mejor y también saben bien.
Los insectos se pueden convertir en sabores parecidos a la carne, lo que ayuda a proporcionar una alternativa más respetuosa con el medio ambiente a las opciones tradicionales de carne, según han descubierto los científicos.
Ahora al asustarse, gritar y saltar por ver unos bichos cerca, deberíamos quizá reunirlos crear una granja de estos bichos que luego sonarían nuestros platos en la mesa habituada a tener panificados, y lo que esté contra del vegano que sigue un régimen dietético que se caracteriza por excluir completamente todos los alimentos de origen animal, incluidos los productos que suponen un proceso animal, como la miel o los huevos de la lista de comida que consumen a diario.
Los bichos no deben ser tomados solo como nuestros enemigos por estar a su vez en condiciones de servirnos como alimento.
