El Presidente de la República tiene una empresa proveedora de asfalto, él dice que eso ya lo tenia con anterioridad y que incluso con el gobierno de Cartes siendo senador había violado la norma vendiendo asfalto al Estado, cuando eso estaba prohibido para un legislador.
Posteriormente el propio Abdo explicó, de que ahora siguen teniendo dicha empresa, que ha mejorado extraordinariamente sus ingresos, pero que no le vende directamente al Estado, sino que lo hace a un tercero, que es el que finalmente vendió al Estado.
Las cosas se vuelven todavía de castaño oscuro con este tipo de aplicaciones de Abdo, está reconociendo que continúa con sus negocios sin ver absolutamente un conflicto de intereses de por medio, cuando el millonario presidente chileno Sebastián Piñera asumió el cargo, dio todas sus empresas a un fideicomiso ciego o las vendió, todo porque no quería tener nada que conflictúa con su cargo de primer mandatario.
En el nuestro, el costo del asfalto que pudo haber costado 20 vendiéndolo directamente al Estado a través de un tercero, terminará valiendo como mínimo 25, lo que nos demuestra que el Presidente no logra entender de que el conflicto de interés debe ser zanjado en función de los intereses de la República ,de los intereses colectivos, no debe haber ninguna presunción hacia el presidente y sus actividades que no fueran aquellas que ha juramentado en el momento de asumir, debemos entenderlos paraguayo que el conflicto de interés realmente no perjudica, nos golpea económicamente y fortalece la corrupción.
Abdo no debe seguir trayendo asfalto, a pesar de los grandes negocios que ha hecho durante estos cuatro años.