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Pandillas andinas

 

Un problema recurrente en Centroamérica está bajando a Sudamérica. El caso de las pandillas responsables de crímenes, asaltos y tráfico de todo tipo ha golpeado severamente al Ecuador, cuyo gobierno ha tomado una decisión drástica: el Estado de emergencia.

Eso se dicta, generalmente, en caso de perturbación de la paz o del orden interno de un estado, ya sea a consecuencia de catástrofes, brotes de enfermedades contagiosas, graves circunstancias políticas o civiles que afectan e impiden la vida normal.

Ahora esto se vive no en un país que haya sufrido desastres naturales sino por la presencia y acción de pandilleros en el medio del mundo. Ecuador es un país con habituales problemas que hacen necesario estados de emergencia cómo inundaciones, incendios forestales, deslizamientos y actividades volcánicas, pero ahora lo hace por razones delincuenciales que no pueden ser resueltas por los cauces habituales.

Los atentados hechos por pandillas en el mismo país contra el mismo poblador de Ecuador  se ha tornado muy difícil de ser manejado por los canales normales que le han dado una herramienta jurídica de carácter excepcional. Con  estas medidas desean controlar e impedir los crímenes muchos de ellos relacionados al tráfico de drogas.

El asediado presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, declaró un cuarto estado de emergencia en la ciudad de Guayaquil, azotada por la violencia, después de que un atentado mortal con bomba mató al menos a cinco personas e hirió a 17.

El narcotráfico está llegando hasta estos puntos de contratiempos no por los ya conocidos desastres naturales sino por desastres humanos que no ocurren de forma fortuita ni azarosa sino tienen una premeditación y voluntad preconcebida por seres humanos, que tienen poca o nula humanidad por hacer que un gobierno llegue a este serio nivel de parar toda actividad normal de funcionamiento del estado a causa de delincuentes  altamente peligrosos.

Lucha frontal

El ministro del interior de Ecuador, Patricio Carrillo, calificó la explosión del domingo como una “declaración de guerra al estado” por parte del crimen organizado en la ciudad más grande del país y ha sido catalogada como un acto terrorista. Las fuerzas de seguridad se movilizarán durante un mes y se les permitirá realizar inspecciones domiciliarias.

Ecuador pasó de ser un país de tránsito a un centro de distribución de la droga en América latina. hechos cómo esto dejan un mal rostro de un país y región del mundo una vez más por el tráfico de estupefacientes. y a su vez es un llamado de atención a otros países cómo el nuestro que ya viene de serios problemas como el uso de aeroplanos de otros países para mover no solo narcóticos sino también terroristas.

 Esto quizá sea solo uno de los tantos problemas e incongruencias de los gobiernos que no trabajan bien por ni para su mandante, el ciudadano que vive en ascuas ante estos hechos. –

 

 

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