bril 2023 está a la vuelta de la esquina que es cuando elegiremos el próximo gobierno del Paraguay. Requerimos un nuevo administrador , gerente o jefe de país para que con su equipo lleguen a lograr lo prometido en sus campañas. Estamos en tiempos en los que debates cómo entrevistas dan calificativos llamativos y sugerentes.
El candidato liberal Efraín Alegre califió al candidato colorado Santiago Peña de “idiota moral” que acontece cuando alguien por su preparaciòn intelectual se encarga de forma cínica de justificar aquello que sabe muy bien está mal. Peña carga sobre sus espaldas la calificacion de titere del expresidente Cartes y debe cumplir sin razonar las tereas de su patrocinador le imponga, haciendo que esto le lleve a sar calificado de idiota. Un adjetivo muy serio que significa que es una persona poco inteligente o notablemente egoísta en el concepto griego de illota.
El idiota moral sabe distinguir lo correcto de lo incorrecto o de lo ético de lo que se le opone pero escoge siempre el camino equivocado. A Santiago Peña no le falta conocimiento carece de ética.
La libre expresión de cualquier persona debe ser protegida siempre porque nos permite conocer más sobre la personalidad de aquellos que quieren ser administradores. El gran problema nuestro es de carácter ético que es aquello que se reclama desde la sociedad mientras la religión lo hace desde la moral. En cualquiera de sus formas Peña es un ejemplo de dependencia completa de alguien significativamente corrupto que sabe muy bien que si Cartes va preso no tiene una sola opción política.
A veces parece que tenemos democracias saturadas de idiotas morales que nos impiden ser entusiastas en este régimen de oportunidades que luego de 30 años ya debemos mejorar nuestra puntería para elegir a los mejores y no más a los cínicos, sinvergüenzas e idiotas morales.-