Alguien tiene que explicarnos por qué la caseta de peaje costó más de US$ 3 millones y por qué la parada de ómnibus que construyó el Ministerio de Obras Públicas tiene un valor de G. 700 millones. Es un costo muy superior a lo que podría realizarse construyendo incluso toda una escuela de esa cantidad determinada. Qué es lo que podría tener una parada de autobuses que tenga ese tipo de costo que no sea la corrupción.
En Chile, una cosa mucho más sofisticada que la que quieren construir aquí en el Paraguay cuesta US$ 5 mil, para nosotros está por encima de US$ 140 mil dólares. Evidentemente el desarrollo de este tipo de obras públicas está guiado por la corrupción, por cuánto dinero robarán en dicho proceso. El modelo de las paradas viene del gobierno anterior, pero éste no ha podido tampoco pararlo y exhibirlos públicamente como una muestra de corrupción en las obras públicas paraguayas, al contrario siguió a tambor vertiente y ahora hay un hálito de esperanza con la Dirección Nacional de Contrataciones que ha buscado parar la misma debido al escandaloso sobrecosto de las paradas de ómnibus.