Falleció un símbolo de las comunicaciones del Paraguay: Humberto Rubín. Su figura dominó las radioemisoras del país por muchos años y fue un factor importante en el desmoronamiento de la dictadura de Stroessner.
Ayer tocó decir adiós por siempre a una figura y voz de la comunicación paraguaya que se va luego de hacer que el sonido y las palabras sean los canales optados por el mismo para informar y abrir el mismo sendero para que la audiencia no solo escuche sino hable sobre la realidad del país. Humberto Rubín ya no volverá a usar el micrófono o la cámara para hacer sonar su voz o hacerse ver a públicos de varias generaciones que lo oímos y vimos durante décadas. La naturalidad de la muerte no nos debe afectar mucho que un ser humano haya dejado de existir sino por sobre todo que con su presencia haya dejado de existir épicas cómo la participación activa contra la dictadura de Stroesnner que persiguió con saña a todo un paìs y en especial a él y su radio emisora.
Un hombre social
Este hombre que definió a la radio paraguaya deja un gran legado a un pueblo muy golpeado durante 35 años de triste gobierno y muy necesitado de entender el sentido de la democracia y la libertad. Se despide a una voz que deja a un público habituado a su voz y estilo de hablar y que lo tuvo como referencia en el dial 1020 de am.
Deja un espacio en la amplitud modulada con claras iniciativas humanas cómo la lucha en favor de nuestro ecosistema cómo lo hizo con el proyecto de plantar
árboles en “a todo pulmón”. En esto volcó su compromiso social ante la forestación de nuestros bosques. Con severos problemas pulmonares se despide a Humberto Rubín una de las grandes voces de la radiofonía paraguaya e ingresa en el parnaso de los comunicadores de esta República.