Las cuestiones judiciales en el Paraguay son siempre sujetas de atención y porque no tenemos la capacidad de que se cumpla el mandato de la norma. Debe ser de los pocos países donde alguien es condenado a 15 años y no va a prisión, sino que vuelve a negociar y se exhibe impúdicamente ante sus compueblanos diciendo, «soy mucho más importante que la Ley, me puedo mover sin ningún tipo de costo para mi».
Hay otros muchos casos similares y varios de ellos tienen que ver con políticos, lo que demuestra que la justicia es una rehén de los políticos corruptos, de aquellos que incluso han sido probados en la práctica que han cometido hechos delictuosos, que han sido condenados pero que sin embargo no pisa la cárcel, esa es una muy mala señal especialmente para aquellos malos que se fortalecen y aquellos que quieren imitarlos, porque saben que en el Paraguay, si alguien comete un crimen tiene solo 1% de ser enviado a prisión, y 99% de zafar de cualquier mandato a una cárcel.