Roque Pyguasu, uno de los delincuentes más buscados por la policía supuestamente, ha ganado de nuevo su libertad en una situación que es realmente el hazmerreír de todos los uniformados en nuestro país.
Se encontraba en un centro de detención de San Lorenzo, un centro policial a las resultas del proceso que tendría que abrirse, pero sin embargo, limaron los barrotes durante toda la noche y la banda completa se paseó por el interior de la comisaría, caminó por el patio, no sé si regó las plantas, se montó al muro y del otro lado le esperaba un vehículo para ganar su libertad.
Esa es la explicación oficial que dio el encargado de dicha unidad policial, que no sé todavía cómo sigue estando en el cargo, al igual que el comandante de la Policía Nacional. Si el ministro del Interior, calificado por muchos como implacable, no toma decisiones drásticas con respecto a esto, vamos a continuar lamentándonos y riéndonos en la cara de nuestra policía, la que tiene su bien ganada fama de extorsiva, chantajista, apretadora, pero incapaz de develar los hechos delictuoso para los cuales está destinada la misión de ellos, de los uniformados.
Hay varias explicaciones que se han dado a lo largo del tiempo del porqué tenemos una tan mala seguridad en el país y por qué hay tanta gente nostalgia osa que sigue creyendo que bajo la dictadura estas cosas no pasaban.
La policía que tenemos en la policía, que ha venido siendo entrenada en sus mandos directivos todavía bajo la estructura de Stroessner, todavía no tenemos un comandante de policía que se haya graduado de tiempos de democracia, y eso también nos marca mucho acerca de quiénes son los que van a la escuela de policía, qué propósitos elegían y de cómo manejan sus superiores el negocio de la seguridad. Roque Pyguasu se ha vuelto a reír de ellos en la cara.