POR: BENJAMÍN FERNÁNDEZ BOGADO
LA VIEJA RUTINA
El contrabando es uno de los viejos temas de conversación en el Paraguay. Cuando los precios bajan en nuestros países fronterizos ingresan mercaderías y viceversa.
Esa situación pensamos aquella vez que se firmó el tratado del MERCOSUR sería historia, pero no se incluyó dentro de los acuerdos por diferencias en las monedas, lo que hoy en día ya no existe en Europa. La palabra contrabando ya no se usa porque existe solo un régimen común de moneda y, al mismo tiempo, un solo régimen aduanero. Cuando uno pasa de un país a otro integrante de la Unión Europea no hay nadie que le pare a uno ni le controle los documentos ni qué es lo que ingresa dentro de su vehículo.
Esto viene a cuento ya que ahora podríamos tener de nuevo una cantidad importante de productos desde la Argentina ingresando a territorio paraguayo, debido a las dificultades económicas del vecino país, que pensaron muchos que con Milei sería historia. Gran parte de los ingresos tributarios aumentados en Paraguay se debieron a que los productos no ingresaban más de contrabando desde la Argentina. Ahora también se habla de que ingresan cebollas y que se mezclan con la producción de cebolla paraguaya en la propiedad de un menonita en el Chaco.
El menonita dice que es todo un gran invento y que les ha costado mucho producir cebollas en dicha región. La Dirección de Tributación, que hizo la investigación e intervino dicha propiedad, afirma que sí, que mezclan cebollas argentinas con paraguayas. En concreto, el contrabando terminará teniendo una larga vigencia entre nosotros, así como está establecida la economía regional.
EL REINO DE LA OPACIDAD
La transparencia es clave en las relaciones interpersonales y todavía mucho más cuando se trata del Estado con los ciudadanos. El Estado no tiene dinero: administra el dinero que cada uno de nosotros aporta en forma de impuestos o de tasas.
Eso significa que tenemos la obligación de exigirles a cada uno de nuestros mandatarios que nos digan de qué manera están usando nuestros recursos. Si aparece información, por ejemplo, de que 2.000 millones de dólares de mal gasto público ocurren en el país —que significa robo—, deberíamos saber quiénes son los ladrones, identificarlos y sancionarlos de forma ejemplar.
Eso no acontece entre nosotros y ahora, no solamente que eso va a continuar, sino que considerarán que no se dará información sobre ningún mandatario o funcionario público que tengamos en la nómina. Deben ser preguntados primero los empleados públicos si están de acuerdo con que la información sobre ellos sea dada. Eso termina acabando con la Ley 5282, de la que se siente orgulloso Cartes de haberla promulgado en el 2014.
Ha tenido una vigencia de 11 años con grandes dificultades, es cierto, pero estaba el instrumento a mano para que el ciudadano reclamara. Ahora no solo vamos a ver pasar nuestros recursos y ver robada esa cantidad enorme de dinero, sino que no tendremos ni la posibilidad de saber cuánto le pagan al ladrón de ocasión.
HIDROVÍA ORGANIZADA
La travesía de los ríos es fundamental en nuestro país; eso lo demuestra la hidrovía y el notable crecimiento comercial que ha tenido en los últimos años. De hecho, la flota de barcazas más grande del mundo la tiene Paraguay, con varias banderas, es cierto, pero que transitan por este gran corredor de casi 3.000 kilómetros desde Brasil, pasando por Bolivia, Paraguay, Argentina y Uruguay.
Esto también ha significado un corredor de productos como la cocaína, que ha inundado los mercados europeos y que fue noticia luego de que fueran capturados grandes alijos en los puertos de Amberes o de Hamburgo, en Alemania.
Estas cuestiones, sin embargo, deberían llamar la atención para organizar de mejor modo. Los argentinos incluso han incrementado el peaje por la travesía por sus ríos, diciendo que hacen tareas de mantenimiento que deben ser pagadas por la gran cantidad de barcos paraguayos que transitan por la zona. El Paraguay consideró eso una agresión.
Sin embargo, este gobierno no ha conseguido absolutamente nada en ese camino. La hidrovía es un cauce que nos une, que nos comercializa con el mundo, pero también requiere mecanismos de seguridad para que no acabe en lo que ha sido ahora la referencia de hechos delictuosos.
Periodista Senior