La política tiene sus códigos, lenguaje y formas que la hacen un mundo particular, propio, privativo y singular que aunque así sea vale la pena ahondar y conocer cómo es nuestra política para poder a su vez influir en ella para que esta responda bien a las demandas del ciudadano que a su vez debe demostrar respeto, inteligencia y calma al momento de manifestar lo que le molesta de sus gobiernos.
Hace poco en Paraguay hemos elegido uno nuevo que nos va a mostrar si ya ha madurado y aprendido de sus anteriores errores cómo partido político para hacer bien las cosas y no asfixiar cómo dice el director de cine español Pedro Almodovar quien al estar terminando su más reciente trabajo, el cortometraje llamado “Extraña forma de vida” ha dicho que “lo políticamente correcto es asfixiante”.
El director español más importante e influyente de la escena contemporánea internacional utiliza el western como arma política para hablar del deseo, la traición y los prejuicios en un mediometraje protagonizado por Ethan Hawke y Pedro Pascal.
Del arte a la realidad
También conocido por haber dirigido filmes cómo “madres paralelas”, “hable con ella”, “todo sobre mi madre”, “volver, atarme, atarme” entre varias otras producciones basadas entre el melodrama y la comedia y la razón que me lleva escribir al respecto de este director y su llamativa expresión es cómo podemos evitar que aquello que es políticamente correcto no asfixie y sirva para lograr buenos y sanos ambientes de trato y trabajo humano.
Se espera que no termine ahogando a nadie en particular la actividad que es de todos siempre conocer y actuar hacia y en ella para mejorarla y evitar que estrangule o asfixie al político o ciudadano interesado en ella para evitar que termine explotando y destruya sus entornos y hasta su propia vida que empieza y sostiene su existencia gracias al respeto y práctica de lo políticamente correcto desde el saludo cortés a quien se nos presente, desarrollo de una conversación hasta la despedida con todos. Espero no tener que leer o informarme que nos estamos asfixiando por no