La Asamblea General de Naciones Unidas estableció el 11 de octubre como el Día Internacional de la Niña con el fin de reconocer los derechos de las niñas y los desafíos excepcionales que enfrentan en todo el mundo. La resolución también hace énfasis en la necesidad de invertir en el empoderamiento de las niñas, promover y proteger sus derechos humanos.
Muchas personas se preguntan por qué es necesario que exista un día de la niña si ya existe un día del niño en el que también se toma en cuenta a la niña. Incluso mis dos hijos me han hecho esta pregunta y les he explicado que las niñas están en situación de mayor vulnerabilidad y que en muchos contextos son discriminadas por su género y edad.
La conmemoración de este día es un buen momento para reflexionar sobre la situación de las niñas. A nivel regional sobresalen las estadísticas de Paraguay sobre el embarazo en niñas y adolescentes. Durante el año 2019 se dieron 15.782 partos en niñas y adolescentes entre 10 y 19 años de edad. De este total, 590 partos fueron en niñas entre 10 y 14 años, aproximadamente dos partos por día. Si analizamos únicamente este dato, podemos deducir que el índice de abuso sexual a las niñas en este rango de edad es considerablemente mayor, ya que únicamente algunos abusos en esas edades resultan en un embarazo. Tomando en cuenta que en el país el 80% de casos de abuso sexual se producen en el entorno familiar cercano, es triste saber que quienes tienen la obligación de protegerlas son quienes abusan de ellas.
Estos números deben preocuparnos porque son niñas que están siendo madres, quienes por lo general viven en situación de pobreza y con limitado acceso a servicios básicos. ¿Qué proyecto de vida pueden tener estas niñas madres? Es momento de cambiar esta realidad y que todas las niñas en Paraguay puedan realmente disfrutar de sus derechos.
