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Volvió el gran Djokovic en Dubai

Semana de gran tenis con Rafael Nadal en el prestigioso Abierto de Tenis de Acapulco y con Nole Djokovic en Dubai. Decía William Shakespeare que no había que temer a la grandeza, porque es algo que está presente en toda la realidad como algo esencial, natural e inevitable, ya sea por nacimiento o por derecho adquirido. Sin embargo, cuanto más nos acercamos a los grandes hombres y mujeres, que desbordan carácter, talentos innatos y fortaleza de espíritu, más nos damos cuenta de que son seres humanos, con la consecuencia forzosa al error, al equívoco y al descuido. La grandeza y la fragilidad que observamos en personajes con resultados extraordinarios es garantía de esperanza para quienes observan atónitos la ineludible -y a veces insoportable- levedad del propio ser.

Dos hechos acaecidos en las últimas horas merecen ser destacados en el regreso de Nole Djokovic por la grandeza que suponen. Por un lado, las palabras que dijo sobre Rafael Nadal en rueda de prensa: “Enhorabuena a Rafa. Increíble actuación. Es un luchador asombroso. Como él dijo, una de las mayores victorias de su vida dadas las circunstancias volviendo después de una lesión. Tuvo que estar cuatro o cinco meses con muletas y luego gana un Grand Slam. Increíble. Toneladas de respeto por él, no quiero quitarle mérito a si victoria, independientemente de que yo no participara en el torneo”, dijo el todavía nº1 del tenis mundial, reconociendo que no fue una sensación agradable dejar Australia de la manera que lo hizo y ver el torneo desde lejos.

En su regreso al tenis en partido oficial, Djokovic ganó al italiano Lorenzo Musetti con un cómodo doble 6-3, desplegando por momentos un gran juego y demostrando una impresionante elasticidad. Su primera victoria oficial después de su polémica deportación en Australia la celebró de una manera del todo curiosa: miró al cielo y alzó su mirada y su raqueta, a través de la cual parecía simbolizar una conexión con el Creador, para después compartir con el público la energía que recibe de Él. Gracias, Nole: tu fe y tu testimonio de que Alguien más “arriba” nos observa, cuida y protege llena de esperanza a mucha gente atrapada en medio de la duda, el miedo y la incertidumbre. 

Pablo Álamo Hernández
Pablo Álamo Hernández
PhD en Economía y Empresa. Profesor internacional de la Universidad Sergio Arboleda y de la Univeridad de Columbia del Paraguay

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