lunes, octubre 6

Vitaminas y envejecimiento

El envejecimiento es algo natural, si se tienen cuidados básicos cómo el comer bien, descansar adecuadamente y tener activo el cuerpo y la mente a niveles graduales, en lo posible sin exagerar para evitar lastimarnos o perjudicar el buen funcionamiento de nuestros órganos. Con eso se  aseguran un buen desempeño de acuerdo a lo consumido y no solo alimentos sino vitaminas. Ahora un estudio revela cómo la vitamina C reactiva los genes de regeneración de la piel, combatiendo el envejecimiento. Este nutriente esencial estimula la renovación celular cutánea mediante la activación genética, abriendo nuevas posibilidades para frenar los signos de vejez y fortalecer la barrera protectora de la epidermis. 

Es habitual que consumamos vitamina C en invierno para reforzar el sistema inmunológico y ayudar al cuerpo a combatir enfermedades respiratorias comunes como resfriados y gripes, nos sirve cómo armadura contra enfermedades y molestias comunes en esta temporada. Además, debemos tener en cuenta que esta vitamina es indispensable para la síntesis de colágeno, una proteína fundamental para la piel, los tendones, los ligamentos, los vasos sanguíneos, los cartílagos, los huesos y los dientes. 

Participa en la producción y reparación de estos tejidos en todo el cuerpo.  Actúa como un antioxidante, protegiendo las células del daño causado por los radicales libres. Que son moléculas inestables que pueden contribuir al envejecimiento, enfermedades crónicas como el cáncer, enfermedades cardíacas y trastornos como la artritis. Enfermedad que causa inflamación en una o más articulaciones. Y regularmente se dan en la vejez por el desgaste que tienen las articulaciones con el tiempo de vida, viaje que en el tiempo puede volverse complejo de acuerdo a cómo uno lo haya decidido emprender, podemos encontrarnos con dificultades cómo; 

  • Enfermedades cardiovasculares
  • Enfermedades musculoesqueléticas
  • Enfermedades neurológicas y cognitivas

Tomar recaudos a tiempo

Con todo eso evitamos llegar a puertos incómodos en relación a los hábitos que hayamos tomado y cómo nos hayamos portado en la travesía con nosotros y nuestro entorno social, que puede o no responder bien a nuestras demandas en relación a cómo hayamos sido con ellos. Y terminan siendo la vitamina, medicamento o alimento más efectivo cuando “las papas quemen”, que pueden darse en la niñez, adolescencia, adultez y/o ancianidad.

A medida que las personas envejecen, la piel se vuelve visiblemente más delgada y frágil. Este proceso, que ocurre de manera natural, se relaciona con la disminución en la producción y proliferación de células cutáneas, particularmente en la epidermis, la capa más externa de la piel. Esta realidad se hace frente con el consumo de vitamina C. El estudio fue hecho por el Instituto Metropolitano de Geriatría y Gerontología de Tokio, Japón. Es conocido por tener una de las poblaciones más envejecidas del mundo. Según datos de septiembre de 2024, la población japonesa mayor de 65 años alcanzó la cifra récord de 36,25 millones de personas. Esto representa el 29,3% de la población total del país. 

Se estima que la población de Japón, uno que tiene población vieja,  ronda los 123.1 millones de personas, donde no solo existen personas de edad o “gerontes” cómo dice un amigo para referirse a personas mayores de edad, que por fortuna, cuidado propio o de sus entornos existe con vida y salud en la travesía que tiene sus estaciones orgánicas: la niñez, adolescencia, juventud, adultez y vejez. 

Cada minuto, hora, día, semana, mes y año de vida lo debemos cuidar y agradecer por las habilidades básicas que tenemos cómo el escuchar, ver, hablar, sentir, tragar, respirar, movernos y la edad aunque sea solo un número, representa más que eso por indicar el tiempo de vida al que hemos llegado con esfuerzos, sacrificio y sobre todo con cuidados a nuestra salud.