El neerlandés Max Verstappen (Red Bull), líder destacado del campeonato, dispondrá de su primera oportunidad de dejar matemáticamente resuelta la revalida del título mundial de Fórmula Uno este fin de semana en el Gran Premio de Singapur.
Verstappen, de 24 años, que ya había dejado casi resuelto el Mundial al anotarse en Hungría la última carrera antes de las vacaciones, no se ha relajado ni un ápice después de las mismas. Tras ganar en tres fines de semana seguidos en Spa-Francorchamps (Bélgica), ante su apasionada afición en Zandvoort (Holanda) y en Monza (Italia), elevó a once su número de victorias en lo que va de temporada y lidera ahora el Mundial con 335 puntos, 116 más que el monegasco Charles Leclerc (Ferrari), a falta de las últimas seis pruebas de un certamen que se cerrará el próximo 20 de noviembre, en Abu Dabi.
De tal manera, ‘Mad Max’ dispone en Marina Bay de su primera ‘bola de Mundial’. Si gana y Leclerc no mejora un noveno puesto en Singapur, el neerlandés se proclamaría bicampeón del mundo de forma matemática el próximo domingo; siempre y cuando su compañero, el mexicano Sergio Pérez -con posibilidades numéricas, aún-, no mejore un cuarto puesto o acabe en esa posición sin marcar la vuelta rápida. También lo será si vence con la vuelta rápida, el monegasco no mejora la octava plaza y ‘Checo’ no sube al podio.
Si cualquiera de estas dos premisas se cumpliese -y dando por hecho que la cautela y las órdenes de equipo evitarán demorar festejos- , daría igual que Leclerc hiciese un pleno absoluto y ganase después las cinco carreras restantes con vuelta rápida; y añadiese, además, los ocho puntos ‘extra’ que otorga la victoria en la tercera y última calificación a través de una prueba sprint, la de Brasil. Verstappen volvería a ser campeón, aun sin sumar un solo punto en los últimos cinco Grandes Premios del año.
Tanto ‘Checo’ -tercero en el Mundial, con 210 puntos, que este año, al ganar en Mónaco, elevó a tres su relación de victorias en F1-, como el español Carlos Sainz (Ferrari) -quinto en el certamen, con 187 unidades; y que en el Gran Premio de Gran Bretaña, en Silverstone (Inglaterra) festejó su primer triunfo en la categoría reina- estarán muy atentos y no desaprovecharán la ocasión de anotarse un nuevo éxito en Marina Bay si las circunstancias a sus equipos lo permiten.
El otro español, el bicampeón del mundo Fernando Alonso, mejorará en Singapur el récord histórico de carreras disputadas en F1 de Kimi Raikkonen, que tomó la salida en 349 carreras. El doble campeón mundial asturiano, que igualó la marca del finlandés hace dos domingos en el templo de la velocidad lombardo, la ampliará a 350 este domingo -si nada malo sucede- en Marina Bay.
Tras puntuar diez carreras seguidas, Alonso -noveno en el Mundial, con 59 puntos- se retiró en Monza por un problema de motor y espera que su monoplaza «recupere su nivel competitivo» en Singapur, donde, después de hacerlo en 2008 con Renault, volvió a ganar en 2010 a bordo de un Ferrari. Ahora intentará amarrar para Alpine -que le saca 18 puntos a McLaren- el cuarto puesto en el Mundial de constructores. Que, salvo desgracia, también se anotará Red Bull -líder, con 545 puntos, 139 más que Ferrari; y que apunta al quinto ‘doblete’ de su historia, después de los cuatro que lideró el alemán Sebastian Vettel (entre 2010-13).
Singapur, que debutó en 2008 -cuando Alonso logró la primera de sus dos victorias en Marina Bay-, regresa al Mundial tras dos años ausente, a causa de la pandemia de la covid-19. Y abrirá un ‘programa doble’ que se completará al siguiente fin de semana en Suzuka (Japón), recuperada en el calendario, al igual que la anterior, tras dos temporadas sin albergar su Gran Premio. Por idéntico motivo.
La ya tradicional carrera nocturna de Singapur (que en Europa y en América se podrá seguir en horario habitual) se disputó por última vez en 2019, cuando Vettel -que se retira a final de temporada y cuyo puesto en Aston Martin ocupará a partir del año próximo Alonso- amplió a cinco su récord de victorias, al ganar por delante de Leclerc y de Verstappen, que nunca han ganado en este circuito.
Una pista de 5.063 metros, virada -con 23 curvas-, que requiere una alta carga aerodinámica y en la que este viernes arrancarán los entrenamientos libres. En la que, en seco, se rodará con neumáticos de la gama de compuestos más blanda: los C3 (duros, reconocibles por la raya blanca), C4 (medios, raya amarilla) y C5 (blandos, roja).
Los ensayos se completarán el sábado, horas antes de la calificación, que ordenará la parrilla de salida de la carrera del domingo: prevista a 61 vueltas, para completar un total de 308,7 kilómetros. En una de las pruebas más duras de la temporada, marcada, a pesar de la nocturnidad, por las altas temperaturas y la humedad extrema -Singapur está situada 150 kilómetros al norte del ecuador-; para la que Sainz, por poner un ejemplo, se aclimató incluyendo en su preparación sesiones de bicicleta estática en una sauna.
Además, Marina Bay no hace concesiones: es bastante estrecha, los muros están cerca, y no son nada inhabituales las entradas de coches de seguridad. En una pista, considerada ‘lenta’, que castiga los frenos -aunque no tanto al motor- y que cuenta tres zonas DRS: en la recta de meta y entre las curvas 5 y 7; y entre la 12 y 13. En la que nunca se debe descartar la lluvia y en la que, no obstante, se alcanzan velocidades punta de 310 kilómetros a la hora.
El ganador del Mundial 2022 tiene nombre y apellidos. Sólo queda saber dónde se resolverá el campeonato. Y la primera ocasión para un súper-depredador deportivo como Verstappen, que nunca ha ganado en Singapur, se presenta este fin de semana en Marina Bay. EFE