domingo, diciembre 28

Uruguay: un país que genera envidia

En Sudamérica no existen solo latinoamericanos, deportes, buena comida y arte

 sino 12 países con sus atractivos particulares, demandas y dilemas que conocemos gracias al trabajo de buenos medios de comunicación y periodistas, sino también países de donde nace todo lo citado y más. Y van a existir mientras sus poblaciones comiencen o sigan creando, trabajando y promocionando en lo que hagan si desean atraer a gente de otros países del planeta. Uno que se destaca por tener idiomas, acentos, apariencia y texturas distintas.  

Una característica que destaca al terráqueo desde siempre, somos diferentes el uno del otro y el haber construido puentes de un sitio a otro, el uno con el otro o para conectar lo que queramos, es lo que caracteriza al homo sapiens u “hombre sabio”. Que aun así tiene varios defectos cómo promover o hacer guerras de un país a otro. Afortunadamente en este continente no hay combates cómo también existieron ayer entre países y dentro de los mismos también.  

Más este texto no es para hablar de combates sino de algo totalmente diferente que se trata del país de América del Sur con la mejor calidad de vida. Algo que puede gustar o no a quien todavía no haya visitado el país que es confundido con Paraguay por su nombre y que a su vez no se encuentra muy lejos del “corazón” de América del Sur, se trata de Uruguay. Este país se ha logrado destacar por ofrecer una calidad de vida que combina modernidad, tranquilidad y oportunidades, Factores como la seguridad, el poder adquisitivo, la salud, la educación, el medio ambiente y el tiempo libre determinan qué tan cómodo y satisfactorio es vivir en un lugar de América del Sur, según el informe de Numbeo una base de datos colaborativa sobre países y ciudades más grandes del mundo. Que no es el único planeta de la galaxia. 

Se destaca que el país charrúa ofrece un equilibrio ejemplar entre bienestar económico, seguridad social y estabilidad política, este país se ha consolidado como el destino con mejores condiciones de vida de toda la región.

Un país que hace sus deberes

La expresión «las comparaciones son odiosas» se utiliza para advertir que comparar a las personas o sus circunstancias puede ser perjudicial. Cada individuo tiene sus propias características, valores y experiencias, y las comparaciones pueden llevar a sentimientos de inferioridad o insatisfacción. 

Esta frase se encuentra en obras literarias clásicas, como «La Celestina» y «Don Quijote», lo que resalta su relevancia en la cultura hispana. La principal ventaja es que permite a cada entidad enfocarse en producir aquellos bienes o servicios que puede producir a un menor costo de oportunidad (el valor de la siguiente mejor opción que se sacrifica), incluso si no es absolutamente la mejor en todo. Su capital, Montevideo, figura entre las ciudades más seguras y habitables de América del Sur, y su población goza de altos niveles de libertad civil, buena infraestructura y una excelente calidad ambiental.

Más cómo es habitual no existe nada ni nadie perfecto en el mundo, Uruguay presente algunos dilemas cómo;

  • Inseguridad y delincuencia: Es consistentemente señalada como la principal preocupación por la mayoría de los uruguayos, incluyendo la delincuencia general y el aumento del narcotráfico.
  • Desempleo: Se mantiene como una de las preocupaciones más importantes, especialmente en ciertos grupos de edad (como los jóvenes) y en el interior del país (fuera de Montevideo).
  • Salud Mental: Un tema que ha ganado relevancia como una de las principales problemáticas de salud para la población.
  • Pobreza y Desigualdad Social: Aunque Uruguay tiene indicadores sociales generalmente buenos en comparación regional, existe una preocupación por la población en situación de pobreza (especialmente niños y mujeres jefas de hogar) y el estancamiento o aumento de la desigualdad.
  • Educación: Los desafíos en el sistema educativo también figuran entre las preocupaciones de la población.

Su éxito en construir una sociedad equilibrada, inclusiva y con buena calidad de vida demuestra que el desarrollo no depende solo del tamaño o la riqueza, sino de la voluntad política y social de crear un entorno donde las personas puedan vivir mejor.