Comentario 3×3
Por Benjamín Fernández Bogado
El efecto directo del Covid-19 en economías pequeñas como las nuestras son realmente desmoralizadoras. Según el informe del Banco Central del Paraguay, que casi siempre da los datos favorables a sus intereses, afirma que la caída del PIB será bastante importante en el Paraguay y que la economía nuestra podrá llegar a los niveles que alcanzó en el año 1983 cuando el régimen de Stroessner comenzó a desmoronarse.
El 83 fue el año de las grandes inundaciones de prácticamente haber afectado toda la zona ribereña y gran parte de la economía paraguaya, esto va a significar por qué no, duros golpes a la estructura política y a la gobernabilidad. Es probable que la democracia incluso corra peligro en circunstancias de este tipo si no logramos encontrar la perfecta razón de equilibrio entre un Estado austero y honesto que administre con mucho rigor el poco dinero público que estará circulando para cubrir inversiones, pagar deudas y pagar el súper numerario grupo de empleados públicos.
Tendremos señales claras en el camino en poco tiempo, pero la economía no podrá recuperarse con la vieja manera de administrar la cosa pública y privada del Paraguay, tiene que existir una mutación, un cambio, una formación, una revolución en la manera de administrar estos recursos si queremos resarcirnos de este anno horribilis que estamos pasando.
