Comentario 3×3
Por Benjamín Fernández Bogado
El robo a las arcas públicas ha sido un clásico del Paraguay a lo largo de su historia, ahora con una circunstancia todavía más dramática con la pandemia se sigue robando sin ningún nivel de escrúpulo y miramiento. Los ladrones actúan a cara descubierta y siempre en connivencia a sectores privados de la denominada patria contratista con los sectores internos del sector público que llegan a permear en todas las capas de su estructura administrativa.
El Ministerio de Salud tiene que dar explicaciones concretas y claras y debe a aquellos que hicieron parte de esta compra de US$ 14 millones de insumos médicos, razones por las cuales se extendió la cuarentena esperando la partida proveniente de China y que forzó a la renuncia de Edgar Melgarejo, titular de la Dinac que estaba en el negociado aparentemente e involucró a otros actores del sector público que ahora comienzan a emerger, cuando se comprueba que la carga no solamente vino la cantidad que se espera, sino es de muy mala calidad y ha sido rechazada.
Unos US$ 14 millones lo que va a costar cobrar al seguro posteriormente una cosa como esta y el impacto que puede tener en prolongar esta cuarentena que no solo es un confinamiento físico, sino económico, de impredecibles consecuencias en el futuro. El Paraguay tiene que encontrar alguna vez un punto en el que castigue con ejemplaridad, que haga que todos los dominios y bienes de las personas involucradas, sean confiscados esos bienes y pasen a ser rematados para que de alguna manera trate de paliarse el daño patrimonial que han hecho al Estado, además de las sanciones penitenciarias duras y ejemplares que hagan disuadir a cualquier ladrón en tiempos de pandemia o no pandemia, de que eso no puede continuar de esa manera.
