En la lucha, y en la búsqueda de la igualdad de género, y en la reivindicación de las Mujeres, y en extirpar de la sociedad el cáncer de la cultura machista, pareciera que en algunos casos, las mujeres han avanzado satisfactoriamente por ganar el lugar que merecen; sin embargo, se visualiza algunas debilidades en otros aspectos en que ellas toman una segunda posición ante los hombres, aún existe el chip instalado en algunas, que se necesita despertar y trabajar, donde se le da ese lugar más arriba a los hombres, inclusive en todos los ámbitos, las mismas mujeres reinciden en aceptar, aprobar y permitir, inclusive a bajo costo, y conformarse con tan poco.
En tal sentido, es necesario observar este escenario, como Mujer, llevar a una profunda reflexión, se lucha por la equidad de género, y las mujeres se olvidan de esta pregunta: ¿Cuánto valor me doy?, en mi entorno laboral, social y amorosa.
El valor de una mujer, no está condicionado en la aprobación o no de un hombre, sino más bien, en la seguridad y en la confianza de una misma. Cuantas situaciones vemos hoy en día, en que algunas mujeres carecen de baja autoestima, aceptan y aprueban malos tratos de sus parejas, ex parejas, se exponen a infidelidades, se exhiben sexualmente, es triste escuchar de los hombres, cuando opinan que estas mujeres “son fáciles”, “ellas se regalan”, aceptan cualquier premio monetario a cambio de sexo, “se cosifican”. Nos damos cuenta que, justamente estas mujeres alimentan el ego del hombre machista. Entonces, que estamos protestando las féminas, es una contradicción cuando no hay respeto por nosotras mismas, y no se dan el valor que merecen por ser “Mujer”.
Todas debemos hacer un cambio, y en buscar la reivindicación de la Mujer desde el valor que nos damos a nosotras mismas, debilitar el abuso de poder del hombre, y buscar el respeto mutuo. Debemos desde nuestra conducta, extinguir aquellas frases “sexistas” que minimizan a las Mujeres, y de no contribuir a perpetuar esas conductas machistas, que se les permite jugar y exponer a aquellas Mujeres, que finalmente son las más señaladas, cuando ellas mismas se dejan degradar por los hombres. Cuántas se dejan ceder, se enamoran y sufren sentimentalmente.
En tal contexto, tanto el hombre como la mujer, somos responsables de cambiar de actitud, potenciar los valores masculinos que colaboran a dignificar a las Mujeres, y que las mismas, sepan de su valor.
Las Mujeres tienen un arrastre de discriminación y desvalorización en la sociedad, debemos continuar contribuyendo a que este escenario mejore. Es lamentable, que hasta hoy se continúe difundiendo en el Paraguay temas musicales, donde se degrada a la Mujer, tenemos un claro ejemplo de las canciones de Kachiporros. Ignorar sería una hipocresía. Todo sigue contradictorio, ¿No?
Valoráte más y deja que te valoren Mujer.
