Comentario 3×3
La pandemia ha sido desgastante en todos los campos, en lo económico, en lo social y, por qué no, en lo sanitario, con la cantidad de personas infectadas por el Covid y también fallecidas, pero lo que hemos visto también con mayor gravedad es la absoluta falta de empatía de nuestros médicos.
Cuando escuchamos hablar a un médico paraguayo, vemos la absoluta falta de cercanía que tiene con la gente a la que dice debe servir. Esa falta de empatía se transforma posteriormente en una especie de rechazo, incluso a atender a aquellos que se encuentran en situación de reclamo.
Ya no hablamos de los casos en los que pacientes que han ingresado para un tipo de tratamiento terminaron perdiendo la vida por mala práctica de los médicos, como aconteció recientemente en el hospital del IPS.
Necesitamos que nuestras facultades de medicina enseñen a ser más empáticos, a estar más cerca de la gente, a comprender mejor lo que ella siente, a saber escuchar y, fundamentalmente, entender que la dimensión del médico es similar a cualquier otra profesión, nada por encima de ninguna de ella, pero por sobre todo más reclamante de cercanía, de claridad, de razonabilidad y fundamentalmente de eso que venimos repitiendo una y otra vez, empatía.
