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Una independencia inteligente

No existe dudas que este tiempo es de la creación, adquisición y uso de tecnologías desde para comunicarse, cocinar, limpiar, ordenar, educar, vigilar y entretenerse. Vivimos rodeados de tecnologías nuevas en prácticamente todo alrededor nuestro.

Hace poco se abrieron las puertas para conocer y dar uso al chat gpt, un sencillo sistema de hablar con la máquina y hacer que esta responda con trabajos académicos y laborales ya hechos haciendo de la enorme cantidad de información en la red. Le llaman inteligencia artificial.

Creación que cómo toda esta mirada y criticada desde distintos ángulos, en primer lugar se encuentra cómo uno se fiaría de un dispositivo que no tiene conciencia y puede aumentar los obstáculos que deben afrontar para acceder a derechos sociales . Es decir, se utilizan para mantener fuera o expulsar a las personas del sistema de bienestar, así como del acceso a las demandas y derechos de asilo.

El hecho de temer a las tecnologías recientes no tiene un principio en nuestra historia, más si momentos del ayer que aquí lo rememoramos para quizá reír de lo que una vez existió y darnos cuenta de cómo el tiempo ha pasado.

Recuerdo, porque mi memoria no es la mejor del mundo, pero a veces funciona y me lleva al fax, rememoran la comunicación a través del papel. Y si nos remontamos fuimos el primer país con telégrafo en la región en 1842. Ahora hay que explicar qué eran esas dos cosas: telégrafo y fax.  

Sistema de comunicación que no se detiene a transmitir sonidos o poder ser movido de un lado a otro con el surgimiento de los teléfonos inalámbricos y hoy día los celulares que han dejado de ser los clásicos vintage “ladrillos” por pantallas que tienen el precio de 10 o más que el  Nokia 1020 o los dispositivos que antes solíamos guardar en nuestros bolsillos y que a medida que más pequeños fuesen era una forma de presumir u ostentar el poseer algo a elevado precio que daba un destaque en encuentros sociales cómo aparecer hoy día con un iphone o cualquier smartphone de alta gama. Esto es parte de la evolución.

Revalorizar lo cercano

El objetivo de poseer para algunas personas que dan más a valor a las cosas que tienen que a cómo son, lo que saben y su entorno humano, que valieron, valen y valdrán infinitas veces más que cualquier cosa que nos pretenda vender el mercadeo o marketing.

Una novedad académica y laboral que se estrena en nuestro país desde hace más de 20 años atrás que para tener la capacidad de posicionar productos y servicios, analizar y establecer políticas de precios para los mismos, investigar segmentos de mercado, establecer canales de distribución y llevar a cabo planes de Marketing según las condiciones de la demanda.

Un nombre, tarea o hasta formas de vida que están resultando a veces molesta por ciertas personas que se ahogaban de publicidad antes por su televisor, radio y periodico para ahora tenerla acompañándonos de acuerdo a nuestros gustos en el barrio o cortejos particulares en las páginas que habitualmente visitamos con gustos de helados o vestimenta propios.

Esa información obtenida por lo compartido en nuestras redes o por las frecuentes visitas que hacemos a tiendas reales o virtuales que van quedando en entre los grandes datos o big data que reúne todo lo expuesto de nosotros para ser usado luego en herramientas para desarrollar campañas o lograr ubicar un producto en el mercado.

Recuperar los vínculos

Uno que más allá de poseer teléfonos, laptops, vestimenta debe tener suficiente  formación académica y voluntad para salir adelante para evitar más de ser repudiado de círculos sociales “importantes”, ser integrado o llegar a niveles que transmitan inspiración, confianza y menos miedo, temor, odio, nervios 

Toda sensación que destruye círculos sociales cómo  el polvo, o agua pueden dejar disfuncional nuestras pantallas, artefactos o herramientas que sobre todo nos deben servir para algo y no solo para posar con ellas en imágenes en nuestras redes, que quedan ahí esperando reunir muchos me gusta y comentarios que solo sirven para generar hormonas de felicidad y sentir que nuestra presunción ha llegado a tener efecto en algún momento hacia un grupo de personas que esperamos que lo vean con el fin de producir en ellas miedo, felicidad o molestia. 

Tenemos que usar la tecnología y que no nos usen y nos alejen de la gente. No más alimentar al monstruo con datos e información que se use para conversar con nosotros. Debemos plantearnos una independencia inteligente.

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