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Final vergonzosa en Caacupé

Atrás han quedado los días en que debemos descansar del ruido y todo lo que ponga bajo riesgo nuestra integridad física, mental y espiritual. Algunas veces no siempre es así y este pasado fin de semana lastimosamente un deporte y acontecimiento fueron el escenario de groseras actitudes de aficionados que debieron disfrutar de la fiesta y no destruirla lanzando botellas y ensuciando la cancha. Caacupé, ciudad que fue la sede del torneo de fútbol de salón paraguayo que debió desarrollar y definir al campeón entre Caacupé y Pdte Franco acabó siendo la referencia de un fiasco escandaloso.

Aquello no llegó a arribar a dicho puerto por el bochornoso  acontecimiento que se dió en esta ciudad  y forz{o a la suspensión que tuvo el partido entre el huésped y su visita que saturó  el interior del encuentro como tambien la parte de afuera del tinglado donde continuó el malestar  de la suspensión del juego final donde llevaba ganando el juego los salonistas de Pte Franco.

Este sábado debimos tener al campeón del quincuagésimo segundo campeonato nacional de fútbol de salón lastimosamente eso no se dió por la forma impetuosa y grosera de la reacción de los aficionados  y jugadores que por no estar de acuerdo con las decisiones del equipo de personas que controlan comportamientos nada deportivos en cualquier competencia atlética forzaron a la suspensión. La pelea fue por un penal no cobrado a los caacupeños que culminó en un gol mas de los rivales. Ahí luego de largos conciliábulos se decidió cobrar el penal con lo que estuvo en desacuerdo el sector de Franco que se retiró el juego. 

La final que no pudo ser

El conjunto de Franco estaba en ventaja por los goles de Daniel Giménez x2, mientras que José Melgarejo había hecho el 1-1 transitorio. Sin embargo, cuando restaban 5 minutos, el local reclamó un penal, la jugada siguió y el portero Iván Dávalos marcó un gol desde su arco que significaba el 3-1.Los jugadores de Caacupé fueron contra las autoridades y el partido fue interrumpido. Tras la larga pausa, la voz del estadio hizo saber que los jueces habían anulado el gol de Franco y que era penal para Caacupé.

Finalmente  todo  concluye en la fea reacción de la afición contraria que responden no alentando, haciendo cánticos o cómo se espera sea la acción de la barra brava alegre que desee alentar a su equipo sino fue una diseñada y presente actitud  para destruir todo. No es la primera vez que una final concluye de este manera y los de Franco amenazan con retirarse de la federación como ya lo hicieron con anterioridad sino le dan el triunfo sobre los caacupeños.  

Un lugar que debe tener y estar cubierto por el espíritu de bien y calma para desarrollar desde peregrinaciones, torneos deportivos y todo lo que implique reunir a varias personas de varios puntos del país y el mundo. Que no quieren ser bienvenidos ni hospedados en lugares con antecedentes cómo lo registrado el sábado en la ciudad de Caacupé. 

El sábado 11 de marzo en lo que debió ser una final de regocijo, contento y satisfacción, más desafortunadamente no fue así y la visita del este del Paraguay volvió con la misma cara larga o “tova puku”  de insatisfacción de todos. Una pena para una gran fiesta que debía ser pero no fue. 

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