martes, diciembre 30

Una estación orbital de cumpleaños

Usted yo, quien conozca o lea este trabajo en este planeta nos limitamos a lo que ocurre en la tierra, cuando en el espacio existen astros, planetas y una estación espacial internacional con terráqueos cómo nuestros parientes, vecinos, compañeros de trabajo y estudio, que no nos parecen mucho porque para llegar a dicho lugar y trabajar cómo astronauta uno necesita de mucha preparación intelectual y física. Actualmente hay 19 personas en una estación que empezó en 1998, ahora uno de los módulos cumple 25 años en órbita. Este orbita a unos 400 kilómetros sobre la Tierra, es uno de los proyectos de ingeniería más ambiciosos de la humanidad.

La misión de la Estación Espacial Internacional (EEI) es multifacética, pero se puede resumir en un concepto principal: ser un laboratorio de investigación único en beneficio de la humanidad y un trampolín para la exploración del espacio profundo.

Solo imagínese lo intenso de vivir en el espacio o “la nada” cómo algunos califican el lugar que pretende ser la “próxima frontera” del ser humano que buscamos llegar hasta allá para vivir, trabajar, comer y tener una vida lo más similar posible a cómo vivimos en la tierra. La única que reúne las condiciones climáticas, de presión, gravedad y oxígeno exactas para el ser humano que siempre buscamos superar los límites de altura, velocidad, fuerza e inteligencia entre nosotros y ahora buscamos llegar hasta donde se encuentra la tripulación de una estación que hace un cuarto de siglo está en “el infinito y más allá”, cómo decía un personaje astronauta en una famosa película animada. 

Celebrar aniversarios no es una cosa solo reservada para terráqueos. Ahora desde allá en el espacio está claro que también se festeja el aniversario de este ambicioso proyecto. Que es el objeto más caro jamás construido.

Una obra de ingeniería portentosa

La Estación Espacial Internacional (EEI) no está hecha de un solo material, sino que es una obra maestra de ingeniería que utiliza una combinación de metales ligeros, tejidos de alta resistencia y vidrios blindados para sobrevivir en el vacío del espacio. Un lugar todavía desconocido completamente hasta por los especialistas aquí o quienes se encuentran allá para investigar y conocer más de estos recónditos lugares a los que pretendemos llegar algún día

El volumen habitable disponible para los astronautas en la EEI equivale al de una casa de seis habitaciones, o 388 metros cúbicos, si eres de la vieja escuela. Allí están estas personas viviendo cómo pueden entre quienes formen parte de la tripulación en esta “caja de sardinas”.

Desde el planeta tierra festejamos con ellos una vuelta más al sol o el cumpleaños de esta estación que continúa trabajando para conocer más y mejor de lo que existe sobre y alrededor de nosotros.