lunes, diciembre 8

Un papa de la paz

El domingo 18 de mayo de 2025 la iglesia católica celebró un evento importante. Se retiraba el papa el papa argentino  Francisco y asumía el papa estadounidense  León XIV, cuyo nombre real es Robert Prevost de los EE.UU, estuvo trabajando 40 años en Perú cómo misionero de la iglesia y ahora lo tiene cómo su nuevo administrador y papa de Miles de millones de católicos de todo el mundo. Con su gestión veremos el espíritu que trae consigo y si logra los cambios que pretende este hombre en la importante iglesia en el mundo que al estar gestionada por seres humanos no es perfecta y cae en errores no esperados por el feligrés. Esperamos llamadas de atención oportunas a comportamientos que no se adecuen con las referencias establecidas por el nazareno años atrás.

El mismo Jesús que si encontraba con vida hoy día estaría organizando movilizaciones contra la pedofilia o abusos identificados que se dan  en la iglesia la misma que se hace fuerte y justifica su sentido si tiene seguidores y administradores comprometidos y activos con el mensaje, normas, actitudes y referencias establecidas por quienes guíen  a la comunidad.

Subrayando lo trascendente

hace poco tocó a León XIV dar un contundente mensaje en la homilía de la misa que dirigió en el Vaticano diciendo que -existe la necesidad de una iglesia unida contra el odio del mundo moderno y un modelo económico que «margina» a los pobres y «explota» a la Tierra-. Planeta en el que existen muchas personas que abusan cómo abusadas. 

Y la solución para el equilibrio está en no extralimitarse y no dejarse explotar por quién sea sin la necesidad de usar violencia verbal o física el uno contra el otro, para lograr mantener la paz y armonía en un mundo que desafortunadamente no presenta la seguridad ni intención de alcanzar esa categoría o estilo de vida que no destruya sino construya relaciones humanas, que sirven no solo para construir familias sino empezar y/o consolidar empresas o cualquier intención que exista en la mente de alguien o grupo de personas que compartan los mismos estímulos, valores y motivaciones.

León XIV  agregó; “ quisiera que este fuera nuestro primer gran deseo: una Iglesia unida, signo de unidad y comunión, que se convierta en fermento para un mundo reconciliado». Eso era lo mismo que deseaba el papa Francisco que terminó su papado y vida sin ver esa conciliación en la población de nuestro planeta. La misma no depende solo de la tecnología, el dinero o comodidades que tengan algunos países o lugares del planeta sino sobre todo de lo que y cómo pensemos y sintamos hacia lo otro u otros en nuestras ciudades, países y continentes quee aunque queramos no podemos trasladarlos con nosotros 

Un papa comprometido con la paz

En la misa de inicio de su pontificado en la Plaza de San Pedro ante decenas de miles de fieles y unas 150 delegaciones internacionales, León XIV afirmó que el papa no puede ser «un líder solitario o un jefe por encima de los demás» pues «Dios, quiere a todos unidos en una única familia». Concepto difícil de asimilar por líderes cómo Vladimir Putin o Benjamin Netanyahu que continúan con sus ideas y trabajos bélicos de destrucción con un ejercicio que no tiene sentido ahora más luego de haber pasado por trágicos momentos cómo lo fueron la primera y segunda guerra mundial, que trajeron consigo muertes, lesionados, migración, crisis política, económica y catástrofes en la salud mental o física de quien se exponga a ruidos, muertos o heridos presenciando combates entre seres humanos.

León XIV propone una iglesia unida contra el odio. Ante más de 150 delegaciones de países de todo el mundo y de otras religiones, así como miles de fieles en la Plaza de San Pedro, planteó que la iglesia tienda la mano a un mundo marcado por los conflictos y la violencia. En su homilía, llamó a la iglesia a superar sus divisiones y a tender puentes con las otras religiones y ramas del cristianismo, ejerciendo como un reducto de «comunión y fraternidad».