Comentario 3×3
Por Benjamín Fernández Bogado
Las calles de Estados Unidos se han vuelto a agitar, y especialmente, luego de haberse constatado lo mucho que aún resta por trabajar en el concepto de la no discriminación racial en ese país. La muerte violenta por ahogamiento en Minneapolis de un ciudadano en manos de la policía, levantó la ira no solo en esa ciudad, sino también en otras localidades donde expresaron su repudio y desprecio a las acciones policiales con acciones vandálicas que fueron condenadas incluso por los familiares del asesinado.
El presidente Trump ha tirado gasolina al fuego provocando a la ciudadanía con acciones mucho más violentas cuando afirmó que estaba dispuesto a sacar a los militares a la calle, algo que no acontecía en ese país en mucho tiempo. Lo que tendría que hacer es un reconocimiento de las fallas estructurales que existen dentro del país y trabajar para que esa línea de marcatoria entre quienes son norteamericanos de un color y de otro, no se agriete aún más en ese país que ha tomado la cuestión de la confrontación violenta como un mecanismo de comprensión de su identidad.
Si sumado al hecho de que cada persona pueda portar armas y defenderse como pueda, vemos que estas circunstancias no están siendo controladas, estamos viendo la incapacidad de comprender el elemento cultural que se encuentra en el trasfondo de estas manifestaciones que aparentemente y en las condiciones que está respondiendo la clase política, están muy distantes de que se acabe.
