Comentario 3×3
Por Benjamín Fernández Bogado
El robo al erario público no es ninguna novedad en el Paraguay, algunos consideran que lo público no es de nadie, pero realmente aquello tendría que ser concebido como de todos.
Ahora que el Impuesto a la Renta Personal se volvió más universal la gente tiene la percepción de que le están robando sus impuestos cuando observan que el Estado sigue operando con un grupo parasitario inmenso en su nómina y también con compras públicas, casi siempre, sobrefacturadas o con productos que no se adecuan a los pliegos de bases y condiciones.
Hay que cambiar esta lógica perversa, este es un país pobre y empobrecido por una clase dirigente muy corrupta, la principal explicación del por qué no vivimos bien los paraguayos.
Tenemos todo para ser prósperos, ricos y vivir en un ambiente mejor que el que padecemos en la actualidad, pero no lo hacemos posible. Con pésimas leyes que casi siempre son violadas en favor de los corruptos y un sistema judicial incapaz de sancionar a aquellos que se apartan de la norma.
Aquí el corrupto vive a sus anchas porque tiene todo el ambiente para desarrollarse y para prosperar, si no acabamos con esta ecuación esta acabará con nosotros.
No podemos seguir manteniendo este nivel que nos corrompió, empobreció y nos hace cómplices de un sistema insostenible para presumir de algún futuro para nuestra descendencia.