Comentario 3×3
Las obras públicas son un misterio por varias razones. Por un lado, por el costo que supone realizar un puente en algún sitio, o una estación de peaje, o un paso a desnivel como el recientemente habilitado en la zona de Ñu Guasú. Uno se pregunta que 2 millones pareciera ser la cantidad en dólares que están asignados para este tipo de propósitos.
Así como nadie entiende cómo puede costar un paso a desnivel esa cantidad de dólares, también muchas veces me pregunté por qué la misma cantidad y más costaron los peajes construidos durante el gobierno anterior durante el ministerio de Jiménez Gaona.
Ahora, bajo Wiens nos encontramos con lo mismo. Quiere decir que la rosca o la mafia que maneja estos negocios sigue bastante intacta con la bendición de las propias autoridades ministeriales.
Jamás puede haber costado una cantidad de ese tipo, y más sospechosa aún cuando se otorga la tarea a una empresa que brinda todo tipo de venta de bienes y servicios al Estado de nombre engineering, de un hombre de apellido Campos Cervera.
Uno se pregunta detrás de todas estas ecuaciones por qué la gente no debe dudar que esto es un gran fato, un gran chanchullo o un gran negociado de los tantos que tenemos en el país, cada vez más pobre y fundamentalmente empobrecido por la corrupción de sus administradores.
