Una llamada de atención es una advertencia, verbal o escrita hecha a una institución o persona por haber hecho algo fuera de lugar o inaceptable por una comunidad o por lo establecido por normas establecidas en un país, el mundo u organizaciones en particular. Desde niños estamos acostumbrados a escuchar o ver advertencias en nuestras familias, hogares o donde nos toque asistir con otras personas para que reine armonía en cualquier lugar donde existan personas. Los mismos que desean vivir con seguridad, comodidad y concordia que sirven para trabajar, estudiar y movilizarse en espacios públicos sin miedo a ser lastimado o perder la vida o propiedades particulares. Clásicos problemas donde existan guerras que no sirven para construir, sino destruyen el presente y futuro de muchas vidas.
Apuesto que en sus redes sociales o sitios de información ha visto mucho lo que ocurre en la Franja de Gaza, ubicada en el borde costero del Mediterráneo oriental, entre Israel y Egipto. Ahi la devastación por la que pasan mujeres, hombres, niños y jóvenes por el uso inconsciente de armas de guerra por Israel es enorme que ahora ha recibido una llamada de atención por la ONU (organización de las Naciones Unidas) que afirma que el país presidido por Natanyahu está cometiendo un genocidio o exterminio/eliminación sistemática de un grupo humano por motivos de raza, etnia, religión, política o nacionalidad.
Una seria amonestación, aviso o “bandera roja” de una organización formada por 193 países del planeta desde 1945, luego del fin de la segunda guerra mundial, otro error humano cómo cualquier guerra en nuestra historia. La misma debe estar cargada de logros, progreso y paz entre los terráqueos, condición de vida que existe desde hace tiempo en nuestro planeta. Y aunque haya creado idiomas, herramientas, rutas y sistemas de conexión entre lugares y personas, cómo mensajes de paz en escritos, música, o cualquier disciplina artística, así y todo no dejamos de humillarnos o agredirnos entre nosotros siendo niños, jóvenes o adultos, a su vez creemos que a medida envejecemos nos hacemos más sabios o debemos ser más “homo sapiens”. Término creado por el sueco Carlos Lineo en 1758, reflejando así la consideración de la especie humana como el «animal racional».
Devastadoras consecuencias
Algo difícil de asimilar porque lo racional, lógico, ecuánime o equitativo parece estar lejos de nuestra capacidad mental, y nos debe preocupar porque esto promueve la idea de seguir pensando que con la violencia podemos llegar a la conciliación entre personas. Y no fue, es ni será así.Tenemos experiencia en esta parte del mundo con una guerra ocurrida hace 155 años y que para algunos parece haber pasado ayer, denominada “la guerra de la triple alianza entre Paraguay, Argentina, Brasil y Uruguay. Y que produjo la pérdida de perdió entre el 60% y el 70% de la población paraguaya, 80.000 y 100.000 bajas brasileñas, 2.000 y 3.000 muertos argentinos y 10.000 uruguayos.
Para algunos pueden ser solo cifras pero fueron vidas humanas, pudieron haber sido parientes o conocidos de algunos lectores de la región y el mundo, que hoy día con la red internacional nos conectamos no solo entre amigos o compañeros de trabajo sino conocemos que existen parientes en otras latitudes. Y todo eso no solo en nuestra ciudad, país o región donde vivimos. Estado por el que ya debemos estar agradecidos experimentar y no estar entre los 60000 fallecidos en la Franja de Gaza o los heridos, hambrientos y huérfanos que deja cualquier guerra. Palestina es una llamada al mundo civilizado para parar el genocidio en marcha.

Licenciado en ciencias politicas (UNA), editor, comunicador, productor y editor de contenido creativo para medios de comunicacion e intereses particulares