Paraguay cumple un año de cuarentena en medio de una profunda crisis política y sanitaria. El 11 de marzo del 2020 inició el confinamiento estricto en Paraguay, mientras la ciudadanía estaba encerrada los gobernantes desfalcaron al Estado paraguayo.
Hace exactamente un año Mario Abdo enviaba a toda la población a una cuarentena total, con el objetivo de preparar al sistema sanitario ante un posible colapso, viendo la situación que se daba a nivel internacional. Las intenciones parecían buenas, pero nada de eso pasó. El 11 de marzo inició el confinamiento estricto en Paraguay, se aprobó una millonaria línea de crédito de US$ 1.600 millones para que el Gobierno alivie la crisis económica, y mientras la ciudadanía estaba encerrada se fortalecía el sistema de salud pública para dar una respuesta a la pandemia del Covid-19.
Fuertes crisis y escándalos de corrupción han obligado a una serie de cambios de autoridades durante el Gobierno de Mario Abdo. La crisis de la pandemia evidenció la debilidad institucional, acrecentó las denuncias, y obligó a adelantar pactos ante posibles escenarios adversos para el mandatario, según analistas.
Uno de los escándalos grandes de corrupción justamente se da en medio de la pandemia del Covid-19, y que resaltó la debilidad institucional del país. Desde las primeras semanas de cuarentena se denunció la corrupción en compras de insumos sanitarios.
Denunciadas las compras sobrefacturadas por parte de Petropar y de la Dinac, que le valió el cargo a Patricia Samudio y Edgar Melgarejo, y luego con lo relacionado al cargamento de China para el Ministerio de Salud Pública (MSP) que adjudicó de manera directa.
La Comisión Especial de Supervisión y Control de Compras COVID-19 informó que las 32 convocatorias del MSP estaban viciadas, y en este punto es claro, al mencionar que la saturación no es culpa de la relajación de las medidas, es por la falta de eficiencia gubernamental.
Esto ha significado una pérdida de tiempo invalorable y que actualmente afecta a los hospitales y al personal de blanco y en consecuencia a toda la ciudadanía paraguaya. Si hoy día hay peligro de saturación del sistema sanitario, no es precisamente por la “relajación de la ciudadanía”, sino porque la gestión gubernamental en el área de salud fue deficiente.
La Ley de Emergencia con la línea ya aprobada entró en vigencia en abril, y en principio se presupuestó US$ 541 millones para el área de salud, que luego por una reprogramación para utilizar US$ 20 millones en el Programa Pytyvõ 2.0, y quedó en US$ 494 millones.
Desde abril a julio, en cuatro meses el ex ministro Mazzoleni solo había ejecutado US$ 37 millones, solo el 7,5% de los Fondos Covid, a pesar de haber estado encerrados esperando se cumpla la promesa del fortalecimiento del sistema público sanitario, para no quedarnos sin insumos, sin hisopos para testeos, sin camas, y sin elementos de protección para médicos.
“Debo reconocer y pido disculpas públicamente en nombre del Gobierno por los errores que se han cometido a lo largo de este proceso, que impidieron una ejecución eficiente y que hubiese dado satisfacción al reclamo o a la idea de la gente de decir, muy bien ya hemos equipado los hospitales”, dijo el ex jefe de Gabinete Civil de la Presidencia Juan Ernesto Villamayor
El Ministerio de Salud solo ejecutó un promedio de US$ 9,25 millones al mes, lo que se equipo fue gracias a donaciones de gobiernos amigos, organismos internacionales y hasta de la misma sociedad civil.
Pero el proceso de compras Covid administradas desde estamentos dependientes del Ejecutivo tuvieron varios hechos penosos y que están siendo investigados por la Fiscalía. Por un lado el escándalo de las supuesta sobrefacturación en las compras de tapabocas N95 por parte de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac) y que llevó a la renuncia de Edgar Melgarejo. Lo segundo que tiene que ver con las compras de agua tónica por parte de Petropar, que terminó con la renuncia de la presidenta Patricia Samudio.
Y luego ya el escándalo del Ministerio de Salud, que benefició un millonario llamado con vicios de irregularidades a la empresas del Clan Ferreira, cuyos insumos traídos de China y que iban a servir para dejar el confinamiento total terminaron todas rechazadas, y hoy la Fiscalía investiga penalmente a funcionarios de la cartera como también a los empresarios de Imedic y Eurotec. Recordemos que de esa investigación los involucrados fueron beneficiados por estafar al Estado con prisión domiciliaria.
En este sentido, en lo que refiere a Salud, Juan Ernesto Villamayor había mencionado en ese entonces que se realizaron los cambios necesarios en el área administrativa y la Unidad Operativa de Contrataciones (UOC), y se empezó a realizar las ejecuciones presupuestarias de manera más acelerada. Esos cambios tampoco arrojaron resultados fructíferos.
Cuando se destaparon estos escándalos Villamayor había mencionado que él se encontraba convencido de que Mazzoleni hizo un gran tarea misional, pero que el equipo que le acompañaba hizo una pésima tarea administrativa. Ese equipo fue cambiado, fue denunciado a Fiscalía y hay procedimientos internos”, dijo el jefe de Gabinete Civil.
Añadió que aunque el ministro sea el ordenador de gastos, la culpa no se la puede atribuir en su totalidad al ministro, porque aclaró que las empresas tampoco cumplieron con lo que prometieron iban a traer de China.
Colapso sanitario
Paraguay volvió a un punto crítico de la pandemia, hoy los principales hospitales de referencia para pacientes con coronavirus están con las camas totalmente ocupadas, tanto en las salas comunes como en las unidades de terapia intensiva. Las principales zonas de alerta son Central, Asunción y Cordillera.
El Viceministro Hernán Martínez, comentó que el sistema público está saturado. Los principales centros de atención son el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y del Ambiente (Ineram) y el Hospital Nacional de Itauguá.
“Los dos están al tope de la cantidad de camas que se habilitaron para la contingencia”, explicó el doctor Martínez, y añadió que en “Ineram están llenos, tanto las camas de terapia intensiva como las salas comunes, que son donde no hay un respirador artificial. En tanto que en el Nacional de Itauguá, el Hospital de Contingencia de sala común está en un 98% de ocupación y su sala de terapia intensiva respiratoria están todas las camas ocupadas”.
El otro centro de atención para pacientes con Covid-19 es el Hospital Ingavi del Instituto de Previsión Social (IPS), un centro amplió que también está en la misma situación, incluso tuvieron que derivar a algunos pacientes a sanatorios privados.