Benjamín Fernández Bogado
Desde Texas (EEUU)
Enviado especial
Bajada: Biden prepara todo para celebrar la derrota al covid como si fuera el final de la Segunda Guerra Mundial y no es para menos.
Más de 600 mil muertos suman más que todos los caídos en todas las conflagraciones de este país a lo largo de su historia.
El pésimo manejo de Trump se ha cobrado en su misma persona una derrota política ante un Biden que quiere demostrar con claridad por qué tuvo al covid de su lado para derrotar por cifras récords a su adversario republicano.
Incapaz de reconocer la victoria de Biden incluso hasta hoy sigue sin admitir sus torpezas durante la pandemia.Para la gente común la pesadilla debe dar paso a nuevos negocios, nuevos comienzos aunque en el fondo se trate de los mismos problemas estructurales de este país.
La migración de latinoamericanos está entre las agendas prioritarias de Biden que acaba de enviar a su vicepresidenta Kamala Harris en misión por centroamérica y México.
No es un tema fácil y no hay tampoco una solución única. Mientras argumentan de forma pragmática la necesidad de mejorar los gobiernos locales para evitar la llegada masiva de inmigrantes que pone en entredicho “el sueño americano” también deben reconocer que la mano de obra barata, especialmente en el campo agrícola,es fundamental para mantener los niveles de competitividad en varios rubros.
No los quieren pero los necesitan. Los centros comerciales de latinos siguen dando un color distinto y justificando el carácter de “melting pot” de esta Nación. Pero son tiempos recios y siempre hay que buscar culpar a alguien de sus desgracias.
Reconstruir el país después del covid tampoco resulta sencillo. Hay que desensillar la relación con China cuya línea de ensamblaje barata ha sostenido a una gran parte del sistema de producción en varios frentes.
Se busca construir un relato de responsabilidad mayor de China en el manejo del covid e incluso se habla con fuerzas en la administración Biden que el origen pudo haber sido de responsabilidad mucho mayor del gobierno chino que lo que se afirma. Hay una investigación en curso sobre el tema y debe existir un reporte en menos de 90 días.
LAS DUDAS EXISTENCIALES
La producción de vacunas de la apreciada de una sola dosis también es una prueba para Biden quien anunció la semana pasada en el G-7 la donación de más de 500 millones de dosis al mecanismo Covax que debido a nuestro ingreso per cápita no pasará nunca del 20%.
Aquí no alcanzaron aún el 60% de los vacunados pero la disminución de casos de contagio y de fallecidos es dramáticamente inferior a 14 días atrás. No se usan más mascarillas en actividades al aire libre y la anhelada normalidad es prácticamente un hecho.
El gobierno se ve en la necesidad de hacer recuperar de lo mismo a un mundo que presiona sobre un país cuya capacidad de respuesta en vacunas es notablemente superior a sus otros fabricantes. La llamada voluntad política será clave para entender la dirección de la política exterior americana y porqué no también definirá el tono del discurso político hacia adentro.
En un país tan polarizado donde hablar de dinero es lo más frecuente aquí si dan ánimo afirmando que New York y California han perdido miles de pobladores hacia sitios donde el costo y calidad de vida es mejor.
Los precios de las casas han comenzado a subir, están preocupados porque las plantas ensambladoras de coches no están colocando modelos nuevos en el mercado porque los chinos no envían las partes electrónicas de muchos de ellos. Los desarrolladores de casas con el home office están construyendo apartamentos más pequeños.
Biden hizo un pedido trillonario para relanzar la economía de los EE.UU. Será muy difícil oponerse al mismo pero tampoco los republicanos le quieren dar todos los recursos a los demócratas para que ganen la reelección sin despeinarse en menos de 4 años. Con el éxito de las vacunaciones tampoco parece que haga mucha falta. Las negociaciones no serán fáciles y por lo general los temas de agenda locales tienen mucho impacto en ese proceso de toma y daca.
MUCHA INCERTIDUMBRE AÚN
El camino por la autopista I 85 ha tenido un corte obligatorio por un accidente. La larga fila se extiende por casi 70 kilómetros. No queda más que esperar mientras el sol inclemente se yergue en este verano no oficial aún que ya ingresó. Hay problemas para conseguir autos en los sitios de rentas en los aeropuertos.
Por la falta de movimientos las empresas han tenido que deshacerse de sus flotas pero no han podido aún renovarlas porque la línea de producción tiene un retraso de casi 9 meses. Pasa igual en casi todos los productos de este paìs que han tenido que parar durante la larga pandemia.
El aeropuerto de Atlanta lentamente recupera su normalidad. Aquí opera el hub de Delta y el movimiento en sus trenes internos vuelve a su normalidad. Todos usan mascarillas y se echan alcohol luego de tocar los pasamanos que evitan las caídas y aseguran la estabilidad interior.
Toda una metáfora de un país que emerge de la pandemia y que tiene que rehacerlo todo como después del paso del General Sherman por la ciudad de Atlanta a la que arrasó y quemó sin compasión.
Racismo, pobreza, migración, integración o aislamiento son parte de una agenda más amplia que emerge con claridad tras la pandemia por estos parajes donde historia y presente se conjugan sin un claro futuro aún.
