Fragilidad e incertidumbre marcaron la gestión del agua en 2022
El año que ahora termina ha mostrado con más claridad que nunca la fragilidad e incertidumbre que rodean a la gestión del agua, un recurso que "puede ser fuente de conflicto pero también de cooperación", de acuerdo con el secretario general de la ONU, António Guterres.
La sequía severa que este verano, que afectó a un 64 % del territorio de la Unión Europea e incluyendo varias zonas donde no suele haber problemas de disponibilidad de agua, ha puesto sobre alerta a gobiernos e instituciones como el propio Europarlamento, donde el experto del Centro de Investigación Conjunta de la UE, Andrea Toreti, alarmaba recientemente a los eurodiputados con un augurio preocupante.
"Si no se aplican acciones de mitigación", las sequías extremas como las vividas en 2022 se prolongarán "casi cada año...