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Superada la crisis sanitaria… …la economía terminaría por encarrilarse sola

“Si nos enfocamos en solucionar la crisis sanitaria, la economía se encarrila sola”. Este es el criterio que impera en todos los sectores de la economía, en especial aquellos que han quedado presos de una descosida colección de remanentes de una cuarentena que no termina de irse y que sigue condicionando muchas actividades productivas, en especial las vinculadas a los servicios, la gastronomía, los shoppings y el entretenimiento.

El Gobierno, mientras tanto, sigue preso de fuerzas que no siempre marchan en la misma dirección. La principal de ellas es el internismo, que en el partido en el ejercicio del poder se ha acentuado a favor de personalismos, con la inevitable fragmentación de esfuerzos y de propuestas.

El Presidente Mario Abdo Benítez, pendiente como nunca de alianzas que no terminan de definirse, camina por una vereda muy estrecha, lo cual le restringe la capacidad de maniobra obligándolo a medir muy bien cada paso. Esta situación de rehén está dominada por el poder fáctico de su socio electoral directo -o de adversario potencialmente dañino- que ejerce el expresidente Cartes a modo de látigo o zanahoria, según las circunstancias. Este clima opresivo hace muy difícil tomar decisiones respecto al tema central, la compra de vacunas anti COVID19, capitulo en el cual el Presidente y su entorno directo -Cancillería y Ministerio de Salud- están fracasando estrepitosamente. China es, con mucho, uno de los principales suministradores de vacunas del mundo. Sin embargo, siendo el origen número uno de nuestras importaciones (32% del total en 2020), “no podemos” comprarle a SinoVac todo el suero inmunizante que necesitamos porque no tenemos relaciones diplomáticas formales. El colmo: usamos a diario celulares, vajillas, agroquímicos, telas, preservativos, camiones, desodorantes de ambiente y cuanta chuchería se fabrica en Nanjing, Suzhou o Hangzhou pero nos autoprohibimos comprar allí las vacunas que pueden salvar miles de vidas y, sobre todo, que nos permitirían volver a una razonable normalidad. Si el presidente Abdo Benítez no se sacude esta costra de ideologismo idiota y de formalismo estéril, la cuenta de muertos por COVID seguirá subiendo, la quiebra de empresas se acentuará y el desempleo se volverá endémico.

¿Cómo piensa remediar todo esto, cuando ya sea tarde?

Equipo Periodistico
Equipo Periodistico
Equipo de Periodistas del Diario El Independiente. Expertos en Historias urbanas. Yeruti Salcedo, John Walter Ferrari, Víctor Ortiz.

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