Omar Pico fue designado el 10 de febrero como nuevo presidente del Instituto Paraguayo del Indígena (INDI). Sin embargo, un día después, reconoció a medios radiales que tiene nula experiencia trabajando con pueblos originarios, y que, por ello, contratará asesores que lo guiarán sobre los temas a tratar.
Pico se suma a otros altos funcionarios que también no tienen la experiencia suficiente pero que ocupan altos cargos como Ariel Oviedo (ministro del Ambiente), Arnoldo Wiens (Obras Públicas), Carla Bacigalupo (Trabajo) y Miguel Godoy (defensor del pueblo).
A Oviedo se le responsabiliza de daños ambientales ocurridos en el lago de San Bernardino, como en las dos lagunas que se tiñeron en rojo y que están ubicadas en Loma Plata (Chaco) y Limpio. Solo por citar los casos emblemáticos.
Las críticas a Wiens, giran en torno al derrumbe del puente Tacuatí en San Pedro que dejó tres fallecidos. La pasarela “Ñanduti” es otra de las obras cuestionadas. A Bacigalupo se le responsabiliza de la cantidad de empleos perdidos durante la pandemia, que según la Corriente Sindical Clasista asciende a más de 200 mil.
Miguel Godoy fue acusado por la diputada Celeste Amarilla de acosar a una funcionaria. Además, tiene antecedentes de misoginia, tras atacar a Cecilia Pérez, ministra de Justicia, durante un motín en el penal de Tacumbú en febrero del año pasado.
GOROSTIAGA
Katia Gorostiaga, politóloga, afirmó que estas situaciones se dan debido a que las designaciones son por cupos políticos.
“Es una práctica frecuente. Si bien son cargos de confianza, el problema pasa cuando se designan a personas que no cumplen con los requisitos que esperaríamos que tengan. En lugar de unas personas sin experiencia, se puede ver a alguien con experiencia dentro de la misma ANR”, afirmó.
La analista afirma que esto demuestra la falta de capacidad que tiene el Gobierno y de espalda política.
“Hay que ver la moneda de cambio para estos hechos. Me es difícil creer que dentro de la ANR no haya una persona que reúna mayores condiciones para presidir el INDI”, expresó.
Para la analista, Abdo Benítez demuestra debilidad, por eso está sometido a las presiones en las designaciones.
“El oficialismo es un conglomerado de varios sectores de la ANR. Esto quiere decir que el presidente no tiene un escudo legislativo que le proteja. Por ello necesita negociar constantemente para no ser destituido”, culminó.
VILLALBA
Mario Villalba, politólogo, afirmó que, en el caso de Pico, se da en un contexto de politización del sector público, previo a las elecciones.
“Cuando empieza un Gobierno, quiere poner a figuras técnicas. Siempre está esto de tener a los amigos políticos. Pagar a los financistas con cargos políticos. Al inicio se busca tener algunos técnicos. Ningún gobierno se salva”, afirmó.
Para el analista, la presión ciudadana juega un papel fundamental para evitar estos hechos. Advierte que, ante esta apatía, la clase política no tiene miedo de designar a actores por cuestiones políticas.
“Estas cuestiones deberían motivar rechazos, manifestaciones. El Club de Ejecutivos, asociaciones de empresarios, los gremios, Pacto Global, deberían pronunciarse exigiendo algo mejor. Atendiendo que estos gremios tendrán más fuerza”, manifestó.
