Cada 14 de julio se recuerda el día nacional en Francia y una fecha trascendente para el mundo occidental. Un feriado en el que se recuerda la toma de la bastilla, siendo esta acción un simbolismo de la búsqueda y alcance de la libertad de la monarquía levantando el grito de libertad, igualdad y fraternidad. Este hecho se registró el 14 de julio de 1789 contra el reinado despótico de Luis XVI y a partir de ahí el mundo emulando esos principios. Se fue trabajando la idea de independencia evolucionando a la democracia para alcanzar la libertad por la cual siguen luchando algunos países cómo Cuba, Nicaragua o Venezuela donde una ciudadanía empieza a tener la misma actitud que “los sin calzones” (les san culottes) tuvieron para establecer su postura hace 232 años tiempo suficiente para entender y aplicar el valor y sentido de una libertad inteligente y útil para todos.
Así cómo los tiranos del ayer fueron personajes populares que establecieron tendencias de apariencias cómo el bigote de Hitler que así cómo el resto de tiranos cayeron por no hacer las cosas bien en favor de los ciudadanos que perdieron el miedo y tomaron la bastilla. El ciudadano cómo los etiquetados cómo sans culottes (sin calzones) que tomaron la propiedad de la monarquía o bastilla para dejar en claro lo que el pueblo necesitaba.
Hacer las tareas
La libertad debe existir en paz cómo en el mundo seguimos trabajando con calzones para moldear para nuestro bien la conquistada utilizada y hasta manoseada democracia, que debe existir para que el poder esté equilibrado entre representantes y representados para vestir un traje acorde a nuestro tiempo. Cambios que son una constante que exige rápida adaptación a los mismos para que se satisfaga lo que necesita el mandante real, usted y yo, que no desea estar sin calzones ni volver siglos atrás, cuando los franceses al tomar la propiedad de la monarquía, imprimiendo su grito en los símbolos y mentes nacionales y extranjeros. Los hechos del pasado deben servir para aplicar al presente para un buen futuro para todos, son tiempos verbales que existen cómo referencias de los logros o errores humanos, que también existieron ayer y no debemos repetir.
Encarnar los valores
La Bastilla pasa como la encarnación de los padecimientos del pueblo francés por haber sido “un siniestro depósito de patriotas”. La patria es más que la bandera, una escarapela el fuerte canto del himno nacional u otra forma superficial de destacar a la nación. La palabra patria nace del latín patria, propiamente ‘país del padre’, de donde ‘tierra natal’, derivado de pater, patris . De la familia etimológica de padre. Nuestro padre representa no solo la imagen de autoridad en casa sino con esa dura forma de ser nos ayuda a entender el valor del respeto a nuestras instituciones y cómo deben funcionar estas para el pueblo que ya no debe apelar a manifestaciones para indicar lo que le desagrada. Las claras revoluciones políticas, económicas y sociales de ayer existieron para algo.
Solo esta en el ciudadano estudiarlos, entenderlos y demandar de manera pacífica y racional que se hagan las cosas cómo deben ser sin repetir los oscuros tiempos del ayer donde por malas elecciones caímos en dictaduras que tiraron por el suelo el trabajo de conquistas políticas icónicas que ayudaron a entender la importancia de vivir sin depender.
Ser independientes o libres, iguales y fraternos para seguir trabajando para la completa fraternidad e igualdad entre todos.