Al encender el teléfono, computadora o cualquier herramienta con acceso a internet jamás medimos los riesgos de incluir información nuestra a través de fotografías, textos u otras formas que ofrece y representa la peligrosa red que aunque no podamos sentir el contenido que solo vemos. Siempre hay un riesgo muy grande que plantea pasar mucho tiempo en la red internacional. El documental del que quiero referirme hoy está en Netflix bajo el título, “No te metas con los gatos” o cómo titulan en inglés: “ Don’t fuck with cats” y este nombre provocativo relata la historia de un asesino que al estar detrás de su monitor empieza subiendo videos desagradables de cómo mata gatos de manera macabra con el fin de obtener una gran cantidad de visitas que lo logró cuando más de 800.000 personas vieron su video 1 boy 2 kittens(un muchacho 2 gatos).
Esta situación despertó la ira de muchos navegantes y amantes de mascotas de la web que se organizan en una tarea titánica de encontrar al asesino cuyo nombre es Tommy Robinson quien usaba varios alias para esconder su verdadera identidad. El documental de tres capítulos del director inglés Mark Lewis, que ya dirigió y produjo otros documentales y películas de drama y acción en “No te metas con los gatos” nos lleva a la conclusión de que siempre hay tener cuidado con lo que subimos a nuestras redes y si nos gusta estar viendo vidas que conocemos o ajenas hacerlo con malicia o mucho cuidado aunque la foto del perfil del otro usuario inspire confianza internet sigue siendo un espacio de mucha inseguridad oculta.
DESARROLLAR DESCONFIANZAS
Este documental que en la red existen sitios tétricos cómo violencia, pornografia y otros factores que pueden afectar la mente de quienes los ven, Al iniciar la navegación y el compartir información de uno mismo u otros sitios es importante hacerlo con precaución y lo que significa exponerse no a una persona sino al mundo, un espacio desconocido por cualquiera por su tamaño y la cantidad de seres humanos con buenas y malas intenciones en sus vidas. Por sobre todo hay que tener en claro que detrás o dentro de la mente de cada fotografía de perfil hay aspectos desconocidos.
El documental también enseña las técnicas del asesino para esconderse en un mundo donde creemos saber todo de una persona por lo que observamos en la imagen de su perfil o el contenido de su red.
Internet no es para ser usado sino para usar. Es una herramienta que debe servirnos y no hacer que la red se sirva de nosotros poniendo en riesgo no perfiles virtuales sino vidas humanas reales.
