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Riesgo en guardia

Cada vez vemos más ex militares o policías metidos a guardias privadas o “soldados de fortuna”(mercenarios). Es un gran negocio a nivel global. Muchos lo hacen porque no quieren que sus soldados mueran en el terreno y varios ex altos jerarcas norteamericanos son accionistas de empresas como Halliburton que venden servicios en Afganistán o Irak. Esta introducción viene a cuento porque un grupo de ex militares colombianos participaron del asesinato del presidente haitiano pagados por una contratista en Miami.

Quizá no exista un juramento firme del militar una vez concluida su preparación bélica para concentrar su conocimiento y preparación física y psicológica para la paz y no continuar trabajando cómo mercenario. Este, un nuevo uniforme usado por los egresados de la academia donde el  aspirante aprende desde el aseo, orden, postura correcta y conducta al comer y otras normas de convivencia en este ambiente, y también a matar.  Es importante tener en cuenta el valor de jurar para servir bien bajo la bandera que preparó a uno.

El negocio de la seguridad.
Sin embargo las cosas han cambiado. Ahora vemos que muchos desmovilizados y con salarios bajos y con una edad de promedio de 40 años ha decidido empuñar armas al servicio de quien paga.Hoy la realidad de contar con cada vez mayor cantidad de soldados pagados ha distorsionado el concepto de la seguridad misma haciendo  difícil controlar al  ex soldado de la patria vendido a quien fuese por dinero generando un grave riesgo a la democracia.

La necesidad tiene cara de hereje dice la expresión popular aplicado al por qué algunos ex militares colombianos han decidido ser soldados de fortuna. 26 mercenarios colombianos,  fueron contratados para una misión deleznable: matar a un presidente en Haití. Muchos justificaron que se unieron al negocio porque su jubilación era solo de 435 dólares mensuales y por la misión en Haití le pagaron U$S 2.500.

El tema de los mercenarios al servicio de quien sea representa un peligro para todos los países. Paraguay, país que debe tomar en serio lo que vive y vivió el mundo en relación a los mercenarios que realizan cualquier clase de trabajo por una retribución y pueden servir para cualquiera que lo pague incluida la mafia.

Hay que institucionalizar el concepto del “monopolio de las armas” en manos de organismos y ser muy cautos con los mercenarios.

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