Comentario 3×3
Por Benjamín Fernández Bogado
La gestión es clave en democracia, los gobiernos se mantendrán en función de cuán diligentes, eficaces y honestos sean con el manejo de los recursos. Hay mucho dinero en la administración pública paraguaya, se roba demasiado, hay escasos controles, y ninguna sanción.
El corrupto no solamente debe recibir el gran escarnio social apartado de por vida de la administración pública y obligado a devolver todo lo que se alzó durante su administración, y para eso tendríamos remates públicos televisados de sus bienes, que la gente pueda seguir en vivo y en directo como están rematando la casa, las propiedades y diferentes tipos de bienes que tenga alguna persona que pasó por el sector público y se hizo con algo que no era suyo.
Mientras no enviemos un mensaje fuerte de ese tipo, vamos a tener reiterados casos de corruptos que van y vienen a la administración pública porque parten de la idea de la desmemoria del país y la escasa capacidad punitiva del sistema legal paraguayo en su conjunto.
Tenemos que ser más drásticos en este tipo de cosas, no ser más tolerantes ni protegerlos bajo el aura de la pertenencia partidaria. El corrupto debe ser una persona despreciable para todos y debe tener sanciones ejemplares para que otros que intenten seguir su mismo sendero sepan a lo que se vengan a tener a futuro.