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Reflejos de Italia y de Catalunya, un vistazo a la arquitectura asuncena de hace 100 años

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Cristian Nielsen

Pasamos por el frente y no nos damos cuenta de lo que vemos. Tal vez porque lo vimos tantas veces que la sorpresa, el asombro o la simple contemplación nos es negada por la rutina. Pero existen en Asunción ejemplos de arquitectura que partiendo de diversas formas del neoclásico o el barroco llega a las atrevidas propuestas del art decó y el modernismo catalán.

Ya sea en casas particulares, sedes gubernamentales, religiosas o militares, Asunción y algunas ciudades del interior vieron erigirse obras producto de depurados profesionales europeos que eligieron Asunción para expresar su talento y creatividad.

Veamos algunos ejemplos.

PANTEÓN Y PALACIO – En 1863, el flamante presidente Francisco Solano López encargó al arquitecto italiano Alejandro Ravizza la construcción de una capilla dedicada a la Virgen Nuestra Señora de la Asunción. López quería algo importante, no una simple iglesia.

Ravizza entonces se inspiró primero en la basílica de Superga, en su natal Turín y más tarde en el Panteón de los Inválidos de Paris, que tiene en custodia el féretro de Napoleón. Cerca de allí el italiano había erigido el palacio de Benigno López y más tarde la sede del Círcolo Italiano.

López ambicionaba una capital de estilo europeo, como por ejemplo, su propio palacio de estilo neoclásico y construido por un maestro albañil inglés, Alonzo Taylor, aunque algunos historiadores prefieren asignarle el mérito a Franz Xaver Wisner von Morgenstern, un arquitecto y militar húngaro que revistaba en el ejército de López.

La residencia privada de López estaba prácticamente terminada al estallar la guerra contra la Triple Alianza, no así el Panteón que quedó inconcluso. Las obras se reiniciarían en 1929 pero una nueva guerra, la del Chaco, postergaría la finalización del oratorio hasta 1936.

Varias camadas de arquitectos e ingenieros europeos llevarían los estilos vigentes post “guerra grande”, especialmente los de inspiración neoclásica, a ser de uso común en las familias acaudaladas en ciudades como Asunción, Concepción y Encarnación.

EL MODERNISMO – Si uno camina por Asunción con actitud contemplativa, va a encontrarse con fachadas que no dejan de llamar la atención. Por ejemplo, la estructura de la esquina sur en la intersección de Presidente Franco y Colón. Allí está el Edificio Marcopolo en donde en los años ’50 funcionó la Alianza para el Progreso y que se conocía popularmente como “punto cuarto”.

El edificio fue diseñado y construido por la empresa argentina Christiani&Nielsen -que integraba el arquitecto paraguayo Américo Bergonzi- a la que se debe también el edificio del puerto de Asunción y el que hoy alberga al Banco Nacional de Fomento, frente a la Plaza de los Héroes.

El Marcopolo se inscribe en la corriente denominada “modernismo catalán”, que según definen profesionales de la Facultad de Arquitectura de Asunción, “rechaza el estilo poco atractivo de la arquitectura industrial de la primera mitad del Siglo XIX, y desarrolla nuevos conceptos arquitectónicos basados en la naturaleza y a partir de los materiales de construcción que se emplean, en las formas de los edificios y en las figuras de sus fachadas”.

Esta corriente entró al Paraguay a partir de los años ’30, cuando empiezan a afluir al Paraguay préstamos internacionales dedicados a la modernización del país, en especial, en lo relativo a infraestructura física.

ART DECO – Un considerable número de edificios exponentes del art decó logró salvarse de la piqueta “modernizadora” que se apoderó de Asunción a partir de los años ’50. Entre ellos se encuentra la que se conoció como Casa Masi, obra del arquitecto Enrique Clari, nacido en Marensa en 1879, provincia de Catalunya.

Clari tenía 11 años cuando llegó al Paraguay en donde se desempeñó primero como albañil y más tarde como librero, dibujante y diseñador, abrazando finalmente la arquitectura. Su obra más emblemática es la que primero fue residencia particular del Dr. Cayetano Masi, luego una empresa comercial y finalmente el Hotel Hispania hasta 2001. A partir de entonces, nadie vive allí.

Otro diseño que sorprende es la Casa Heisecke, obra del arquitecto Miguel Ángel Alfaro, ubicada en Mariscal López y Perú y sede de una distribuidora farmacéutica.

Todos los ejemplos citados son apenas un asomo al rico patrimonio arquitectónico asunceno que aún perdura y lucha por sobresalir entre la marea de construcciones de altura, acero y vidrio que empieza a imponerse en el paisaje urbano. Obras que otorgan personalidad y sello propio a la capital paraguaya.

Equipo Periodistico
Equipo Periodistico
Equipo de Periodistas del Diario El Independiente. Expertos en Historias urbanas. Yeruti Salcedo, John Walter Ferrari, Víctor Ortiz.

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