Benjamín Fernández Bogado
Desde Houston (EEUU)
Los carteles luminosos dicen: “We are hiring”(estamos contratando personal) y es un buen signo en la aún lenta recuperación económica de EE.UU. luego del devastador paso de la pandemia que dejó más muertos que todos los fallecidos en guerras internacionales protagonizadas por este país.
Hace mucho calor y hay demasiada humedad en Houston, las lluvias tropicales se repiten casi todas las tardes. El famoso centro médico recobra sus energías con una normalidad aún distante y los centros académicos como la prestigiosa Universidad de Rice quiere volver tan pronto como sea a la normalidad perdida.
Los restaurantes y los museos como los de la NASA vuelven a parecerse a lo que fueron antes. El rush hour (horario pico de salida y entrada de vehículos) semeja que nada había pasado aunque los efectos sobre la economía han sido devastadores como lo prueba la propuesta de relanzamiento de Biden al Congreso.
Muchos aparentan decir que no ha pasado nada cuando en realidad lo hacen para no asumir el desafío de construir una realidad distinta. Todos están apurados para parecerse a lo que fue. Es más fácil siempre negar que algo distinto debe hacerse y ciertamente rehacer entuertos siempre es más costoso.
NUEVOS RETOS
En la isla de Galveston el movimiento es casi nulo. Las casas están deshabitadas y los hoteles aún vacíos. Permiten el ingreso de automóviles a la propia playa en Surfside pero no es suficiente. No van no porque no quisieran sino porque no tienen dinero para dicho propósito.
La inflación está por encima del 5% y el costo de los combustibles es alto para los estándares de este estado petrolero con grandes reservas aquí en el Golfo de México. Las refinerías de la ciudad se ven a lo lejos quemando gas en el proceso.
La energía fue noticia este año con un corte de luz por más de 10 días que generó una gran sacudida en varias ciudades de este Estado y entre ellas Houston, la ciudad más poblada.
En esos tiempos de frío y nieve la cosa fue todavía más complicada al punto que el gobernador se marchó de vacaciones a Cancún para desatar todo un escándalo.
Texas la conocida como la estrella solitaria, fue independiente por 9 años en el siglo XIX y ha desarrollado un carácter especial en la cultura de los EE.UU. Fue de los pocos estados que superó “la caída del capitalismo” del 2008 y ahora atrae a varios residentes de otros sitios que encuentran más barato y atractivo de vivir aquí. Muchos son californianos pero también de otros sitios del norte.
Tienen impuestos más bajos, mucho sol y aunque la portación de armas es legal es posible ver en algunos sitios públicos restricciones al calibre de las mismas. La violencia es un gran tema que cuando ingresa a Texas el sistema de telefonía tiene inmediatamente agregado el sistema de advertencias en torno a personas con movimientos sospechosos. Después de varias advertencias uno debe desconcertarse porque de lo contrario la impertinencia es constante y da la impresión de vivir ante un riesgo constante.
El Centro Espacial que lleva nombre del presidente Lyndon Johnson de origen texano hace énfasis en el proyecto Artemisa, la hermana gemela de Apolo en la mitología griega, que pondrá al hombre en Marte.
La secuencia del proyecto espacial tiene evidencias en el museo muy bien montado desde el transbordador y su viaje desde la costa oeste hasta los pasos iniciales en la década de los sesentas que culminó con el alunizaje del Apolo XI.
Los aportes de los costosos viajes son subrayados como los focos led y las prendas deportivas fabricadas con la experiencia acumulada en las distintas misiones. Insisten mucho en el aporte que esto supone a una humanidad que suma varias pendientes en su desarrollo terrenal. La ilusión de lo grande, de las nuevas fronteras ha sido siempre un gran motor que movió la confrontación entre rusos y americanos en el siglo pasado pero que ahora tienen una estación orbital conjunta en el espacio.
La fuerza y la energía han quedado fuertemente golpeadas por la pandemia y Houston es un buen ejemplo de su impacto. Las cosas comienzan a moverse buscando la misma normalidad cuestionada en tiempos de pandemia. Habrá que ver el grado de aprendizaje de los procesos durante ese tiempo y si se transforman en nuevos retos para todos o sólo fue una interrupción más aunque costosa para retornar a lo mismo.
Solo el tiempo lo dirá. Después del calor insoportable, el cielo se ha vuelto a cubrir y llueve tropicalmente hacia el Golfo de México.
