The Mistery Machine es una banda paraguaya del género horror punk, cuyos miembros recibieron la influencia del grupo estadounidense Misfits, debido a que, según los mismos, es la banda más representativa y creadora del género.
“El legado de Misfits en los fans del rock en general trasciende estilos y de hecho nos une”, afirmaron los integrantes.
The Mistery Machine está conformada por Luis Zárate (Creepy Clown) en la voz y guitarra, Guido Olmedo (Fat Skull) en bajo, Alberto Celma (Albert The Normie) en guitarra, y Guillermo Enciso (Abominable Dr. Wallas) en la batería.
Contaron que al crear la banda habían hablado de hacer horror punk con una super influencia de Misfits, por ello el nombre “mal” escrito (Mystery se escribe con “y” y no con “i” en inglés). Fue el vocalista quien propuso el nombre como fan de Scooby Doo.
“Esa serie es un clásico, formó parte de nuestra infancia y la de miles de otras personas. La moraleja de que los verdaderos monstruos son los seres humanos, es una gran inspiración para nuestra música”, explicaron.
Mencionaron que su sueño es lograr ser referentes del género en Paraguay y lograr salir a difundir el mensaje del grupo en otros países.
“Queremos llegar lo más lejos posible con lo que queremos contarle a la gente. Por eso decidimos escribir en inglés, creemos que así podemos llegar a más oídos y mentes”, expusieron.
Revelaron que su próxima meta es grabar un material propio. “Actualmente estamos trabajando en las canciones y queremos lanzar un álbum de calidad con apoyo de algún sello nacional o extranjero”, aseveraron. Todos son fans del punk desde adolescentes y el horror punk les da la libertad de crear más allá de los asuntos típicos que trata el punk.
“Podemos contar historias de fantasía, recrear la realidad o hablar de cualquier cosa desde la perspectiva del terror como un condimento y catalizador para hacer más atractivo nuestro mensaje. También es muy importante para nosotros dar un buen show en vivo. Con el horror punk las posibilidades son infinitas para eso”, sostuvieron.
La música les da la libertad de crear y divertirse al mismo tiempo, con amigos y para sus amigos. “Poder hacer esto como una unidad es como practicar un deporte en equipo y ganar todos los partidos”, señalaron.
Por otro lado, como banda ensayan 4 o 5 veces antes de cada show en espacios de dos horas, y ahora que están componiendo también ensayan periódicamente para ensamblar las canciones.
LA MÚSICA EN PARAGUAY
Resaltaron que es muy difícil la industria musical nacional para las bandas emergentes y de géneros más underground como el de ellos.
“Hacer materiales, poder tener difusión y promoción es muy costoso porque todo se hace a pulmón. Es algo similar a lo que pasa entre el fútbol y todos los demás deportes en Paraguay. En el caso de la música, los estilos menos populares no tienen tanto apoyo y las bandas tienen que ingeniarse para salir adelante. Hay casos de bandas que lograron difusión únicamente. trabajando con sellos del extranjero”, indicaron.
A decir de los integrantes de la banda, falta que más gente se anime a entrar al ruedo. “La oferta dentro de la industria local tampoco es muy amplia en ninguno de los segmentos de producción y difusión. Eso hace que todo sea más limitado y se encarezca”, comentaron.
EL MENSAJE Y LOS AGRADECIMIENTOS
Agradecieron a la fotógrafa Jazz Pintasilgo por capturar bajo su lente los conciertos que brindan y enviaron un mensaje a aquellos músicos paraguayos que sueñan con triunfar en la música.
“Disfruten. No tiene sentido hacer esto si no da gusto y no es divertido. Afortunadamente, nosotros disfrutamos muchísimo de cada paso de este proceso y cada aspecto de tener una banda, sobre todo compartiendo con el público”, finalizaron.