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Protegiendo mares

La sobrepesca, los residuos plásticos, la acidificación de las aguas y el cambio
climático son solo algunos ejemplos de las principales amenazas que acechan a los océanos. Por esto en algunos países se forman grupos de defensores de los mares.
En Costa Rica, un país centroamericano de 51,100 km² hay un grupo de
jóvenes buceadores que se han congregado para salvar la vida de un espacio acuático que está amenazado por los riesgos citados al principio.

Aguas claves
Los océanos no son de corta o pequeñas dimensiones ya que según los registros que indican que el Océano Atlántico mide 85.133.000 kilómetros cuadrados.
El Océano Índico tiene 70.560.000 kilómetros cuadrados. El Océano Antártico:
21.960.000 kilómetros cuadrados, y el océano Ártico 15.558.000 kilómetros cuadrados. Lo que se sugiere que para lograr hacer un eficiente trabajo del cuidado no es necesario ser un grupo buceador como en Costa Rica es posible también hacerlo de forma colectiva haciendo lo siguiente:

1. Reducir las emisiones de CO2 y el consumo de energía.
2. Hacer compras seguras y sostenibles de pescado.
3. Utilizar menos productos de plástico.
4. Ayudar a cuidar las playas.
5. No comprar productos que se aprovechen de la Vida Marina.

Todos, inclusive los países mediterráneos como Paraguay, tenemos alta responsabilidad por los daños que sufre este territorio y la vida existente en el mismo que está compuesta de las plantas, los animales y otros organismos que viven en el agua salada de los mares y océanos, o el agua salobre de los estuarios costeros.

En un nivel fundamental, la vida marina ayuda a determinar la naturaleza misma de nuestro planeta que al ser destruido también dañamos al mismo planeta en el cual todos los seres vivimos o intentamos vivir sin riesgos. Algunos existentes desde otro territorio distinto al acuático. Los mares determinan nuestra propia existencia.

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