El alcohol al volante, mata… Fumar produce cáncer y enfermedades respiratorias… Más vale perder un minuto en la vida que la vida en un minuto… Jugar causa adicción…
Con todos estos lemas, una sociedad repleta de contradicciones pretende frenar la epidemia de muertes, inhabilidades, enfermedades y extravíos que producen los excesos con el alcohol, el tabaco, los juegos de azar y la compulsión por la velocidad extrema.
Lo más curioso y absurdo es que cada una de esas frases o lemas van pegadas a las marquillas de productos de consumo masivo o como rúbrica a un aviso de radio y televisión. En pocas actividades ponen los creativos más talento que en convencernos sobre las bondades de un whisky o algún vino de cepa especial. Nos hablan del cuidado en el cultivo de ingredientes, el esmero en la crianza y la guarda y luego en la presentación hecha con lujo de fotografías y videos de altísima definición. Cuando el operativo seducción culmina y estamos a punto de ir por una botella, nos advierten que el alcohol que contiene esa bebida es dañino para la salud. Luego vienen los médicos “especialistas” que, sin embargo, relativizan ese daño inminente. “Dos copas de vino tinto ayudan al corazón y el sistema circulatorio” dicen los especialistas de una famosa clínica norteamericana con nombre de mes. Pero la Asociación Estadounidense del Corazón (AHA) no está de acuerdo conque la gente “empiece a beber vino para prevenir enfermedades cardíacas. El alcohol puede ser adictivo y provocar y agravar enfermedades”.
Lo mismo pasa con las ludopatías, es decir, los trastornos de conducta provocados por el juego compulsivo. Primero te prometen un enriquecimiento rápido jugando a esto o aquello para luego bajarte de la nube a patadas alertándote sobre la posibilidad de que si jugás más de la cuenta (nadie dice cuánto es eso), podés sucumbir a los impulsos de apostar indefinidamente hasta perder tu dinero y el de tu familia a la que arrastrarás a la ruina sin remedio.
Es muy difícil no sucumbir en un mundo de contradicciones tan flagrantes. La templanza y la voluntad son conductas muy difíciles de mantener en medio de un mar de tentaciones explícitas 3D y alta definición.
Es lo que nos pasa con cada final y comienzo de año.
“Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio” (J.M.Serrat).