Desde el 2017, organizaciones sociales como Defensores del Río Yhaguy y la Contraloría Ciudadana de Primero de Marzo (Cordillera), vienen denunciando el bombeo de dicho cauce hídrico por parte de la empresa ganadera Piri Puku S.A. de Fernando Serrati.
Sin embargo, a pesar de elevar las denuncias a las entidades pertinentes, tres años después, siguen padeciendo del flagelo.
Secundina Sosa, pobladora y defensora del río Yhaguy, afirmó que el bombeo que sufre el río es un problema que afecta a los distritos de San José Obrero y Primero de Marzo principalmente.
“Se estableció una empresa arrocera de nombre Piri Pucú S.A. Fernando Serrati Zavala es uno de sus responsables. Se están violando todas las leyes ambientales. Hemos hecho muchas diligencias, pero no tenemos respuestas de las autoridades”, lamentó la pobladora.
Sosa con otro grupo de vecinos, ya ha recurrido a la intendencia de Primero de Marzo, luego a la gobernación de Cordillera, incluso, llegando al Congreso, pero sin éxito.
“No encontramos una respuesta positiva. Mucha gente piensa que solo se ve afectado el río, pero no es así. Es mucho más grave porque se están haciendo canalizaciones donde hay humedales”, afirmó.
La pobladora lamenta que la empresa se lleva el agua del citado cauce hídrico sin ningún tipo de control del Ministerio del Ambiente (Mades).
“El ministro Ariel Oviedo estuvo en el lugar. Se habló con el empresario. Se fijaron algunas medidas que debía hacer hace tres años atrás pero nunca lo hicieron”, manifestó.
Debido a esta situación, los pobladores realizaron manifestaciones y cierres de rutas, pero a pesar de ello, no tuvieron respuestas.
EMPRESARIO
La pobladora denuncia que el empresario Serrati no solo desvía el Yhaguy, sino que abre también otros canales río abajo.
“En la zona de Arroyos y Esteros, él (Serrati), abre canales de desagüe. El arroz necesita fumigación y tiran desde aviones. El agua que ya no utilizan vuelven a tirar en el cauce, eso también es un crimen ecológico”, afirmó.
PROYECTO DE LEY
En el 2019, por iniciativa de los pobladores, parlamentarios presentaron un proyecto de declaración de la cuenca como zona silvestre protegida, pero dos votos de diputados cordilleranos, impidieron su aprobación.
“El río es una fuente de alimento para la gente pobre y todos los pobladores que están cerca van a pescar. Nos vemos afectados porque no se produce lo que se pescaba antes. Además, el agua contaminada que corre rumbo abajo afecta a los pobladores que consumen aún agua del río y a los bañistas”, dijo finalmente.