Por Benjamín Fernández Bogado
En educación ya estábamos muy mal y ahora estamos aún peor. El SNEPE, un informe que se hace anualmente, ha colocado el Paraguay en los peores niveles de aprendizaje de cuestiones básicas, como las ciencias y también las matemáticas. O sea, si estábamos en el puesto 137 de 138 países, es muy probable que en la calificación post pandémica ya alcancemos después de muchos esfuerzos y de un gran propósito establecido desde la Administración Pública al último lugar.
La educación sigue siendo la cenicienta del país y el que viene le culpa al anterior y así sucesivamente, como si él no tuviera ninguna responsabilidad durante estos dos años que le ha tocado administrar el proceso de educación en el país. No podemos seguir en esta condición, que es la madre de todos nuestros problemas. La mayoría de las cuestiones que lamentamos en la vida cotidiana deviene del hecho de ser un país sin capacidad de razonamiento, sin juicio crítico, sin saber escoger lo bueno de lo malo. La ignorancia es finalmente la madre de todas nuestras desgracias. Y los números que vamos a conocer en pocos días más dará certeza a lo que ya conocíamos. Cada vez peor y algunos todavía celebran.