Al referirnos a esta parte del planeta es frecuente que se nos vengan a la cabeza el narcotráfico, la corrupción en la política o cualquier aspecto no atractivo, por eso aquí me tomo el tiempo de destacar a un país latino que ha logrado importantes inversiones de Corea del Sur para exportar e importar productos de y a Asia.
Se trata de Perú, país de 1.285 millones de km² de dimensión y 34.5 millones de habitantes. Corea del Sur no solo está buscando dónde poner su capital: está mirando estructuras, cadenas de valor, recursos estratégicos y mercados confiables. En Perú específicamente hay minerales, hay promesa de crecimiento, y hay una puerta abierta para el desarrollo de sectores como energía, infraestructura e industria.
Así mismo, el país asiático está desarrollando junto a Perú un ambicioso proyecto naval en el astillero SIMA del Callao. La empresa surcoreana HD Hyundai Heavy Industries construye cuatro buques para la Marina peruana: una fragata, una patrullera y dos buques de desembarco, con una inversión de US$462 millones.
Perú exporta al mundo principalmente productos de minerales (cobre, oro, zinc) y agroindustria (uvas, arándanos, paltas, café, espárragos), aunque también destaca en pesca (harina de pescado) y, en menor medida, en textiles y productos químicos. Y lo más importante son ideas de peruanos en cualquier rubro intelectual, científico o artístico. Que con la red internacional bien utilizada se hace fácil.
Fuertes inversiones
Este año ya inició la fase activa de construcción con transferencia de tecnología y entrenamiento local. Este proyecto fortalece la infraestructura industrial marítima del Perú y marca una alianza estratégica entre Lima y Seúl, que además contempla cooperación en transporte, defensa e innovación tecnológica para modernizar sectores clave de la economía peruana.
El proyecto naval entre Perú y Corea del Sur representa una oportunidad estratégica y tecnológica sin precedentes para el país de América del Sur. No solo moderniza la flota marítima peruana, sino que impulsa la transferencia de conocimiento y tecnología hacia ingenieros y técnicos latinoamericanos.
Para el Perú, estas inversiones plantean una doble cuestión: por un lado, la oportunidad concreta de atraer tecnología, inversión extranjera, empleo, y modernizar infraestructuras que están pendientes desde hace años. Por otro, el reto de asegurar que esos proyectos cumplan con estándares sociales, ambientales y de gobernanza que beneficien realmente al país, y no solo al capital externo porque cuando entran millones de dólares, también entran responsabilidades y expectativa del peruano que tiene demandas insatisfechas o no encuentra formas para hacerse de las mismas.

Licenciado en ciencias politicas (UNA), editor, comunicador, productor y editor de contenido creativo para medios de comunicacion o intereses particulares
