Los Juegos Olímpicos de París celebrarán su ceremonia de inauguración el 26 de julio de 2024 en el río Sena, una innovación que pretende mostrar un mensaje de democratización, puesto que será gratuita para cientos de miles de espectadores, y situar el evento en el corazón de la ciudad.
Así lo expresó el presidente del Comité de Organización, Tony Estanguet, tras firmar el protocolo que autoriza a que, por vez primera en la historia, la ceremonia inaugural no se celebre en el estadio olímpico.
París, que hace tiempo había lanzado esta idea, basada, entre otras, en la de los Juegos de la Juventud de Buenos Aires de 2018, ha ido salvando los obstáculos que se presentaban a la misma, esencialmente por motivos de seguridad y de rentabilidad económica.
Estanguet presentó las grandes líneas de la ceremonia en la que los deportistas, en lugar de desfilar por la pista olímpica, recorrerán en 160 barcos las aguas del Sena, que estarán flanqueadas por unos 600.000 espectadores que se sumarán a los que podrán verla a través de la televisión en todo el mundo.
«Por primera vez también serán los deportistas los que abran la ceremonia y no los que la cierren. Queremos que los deportistas estén en el corazón de los Juegos y proponerles la mejor experiencia», dijo Estanguet.
La parte baja de las riberas del Sena estará reservada a asientos que se podrán comprar, pero la parte superior será de acceso libre, lo que envía un mensaje de que «la ceremonia de inauguración no es algo cerrado a unos pocos», destacó la alcaldesa de París, Anne Hidalgo.
El desfile comenzará en el puente de Austerlitz, en el este de París, y recorrerá seis kilómetros del río hasta terminar frente a la torre Eiffel, tras recorrer algunos de los monumentos más emblemáticos de la capital francesa.
En paralelo se organizarán espectáculos acrobáticos y deportivos en algunos puntos del recorrido o sobre algunos de los numerosos puentes que cruzan el río. Posteriormente comenzará la parte artística de la ceremonia, que Estanguet aseguró que está por definir, pero que, dijo, «será espectacular porque ofrece un decorado extraordinario».
Los asistentes presenciarán diferentes actuaciones, al tiempo que 80 pantallas gigantes permitirán vivirlas de forma más cercana. El presidente del Comité Organizador señaló que, de esta forma, tratarán de dar ritmo a unas ceremonias que «a veces tienen problemas para mantenerlo».
Hidalgo no ocultó su entusiasmo con un proyecto que alimenta los esfuerzos que desde la Alcaldía viene haciendo para ensalzar el Sena, que prometió que saneará antes de 2024 para que sea apto para los bañistas.
«De esta forma enviamos también un mensaje al mundo de que hay que reconciliarse con el medio ambiente», dijo la regidora, que actualmente está inmersa en la precampaña para las presidenciales de 2024 como candidata del Partido Socialista.
La alcaldesa indicó que con este «proyecto brillante» de sacar del estadio la ceremonia de inauguración se envía un mensaje de democratización de los Juegos, aunque indicó que trabajan para que París pueda mandar otros, de humanidad, de apertura al mundo, de compartir. «Estos Juegos van a marcar al mundo por la belleza del espectáculo y por la potencia del mensaje que queremos enviar a través de ellos», indicó.
Con esta rompedora ceremonia de inauguración París prosigue su línea de innovación, que le ha llevado a adoptar otras decisiones, como la inclusión en su programa olímpico de deportes, como el breakdance o llevar el surf a las aguas de Tahití, en la Polinesia francesa.
Estanguet no desveló uno de los secretos que siempre suelen guardarse los organizadores, el de la llama olímpica.
«Eso lo decidiremos en 2024», dijo el antiguo medallista olímpico francés de piragüismo.
Además, indicó que tampoco se han tomado decisiones todavía sobre la ceremonia de clausura ni sobre las dos que enmarcarán los Juegos Paralímpicos.
Pero felicitó que los poderes públicos hayan accedido a allanar los problemas que suscitaba esta ceremonia en el Sena, tanto en términos presupuestarios, como de seguridad, que exigirán un esfuerzo diez veces superior al necesario para realizarla en el estadio.
La ministra de Deportes, Roxana Maracineanu, medallista olímpica en natación y que también participó en la presentación, garantizó el respaldo del Gobierno y del presidente, Emmanuel Macron, entusiasta de la idea.