Es bien sabido que el país siempre ha tenido un nivel de aprendizaje muy bajo, pero la pandemia del coronavirus trajo consigo muchas complicaciones en la educación de niños y jóvenes, no solo en lo que respecta a la escolar básica sino también en el ámbito universitario.
El inicio de esta nueva forma de vida se dió con la llegada del Covid-19 al mundo, se tuvieron que realizar numerosos cambios en cuanto a formas de vivir y también de educar y las instituciones educativas se vieron obligadas a adaptarse a un esquema de trabajo que nunca antes se había presentado.
El impacto de la pandemia se vio reflejado en los resultados académicos de los estudiantes en Paraguay, ya que el rendimiento de los mismos presenta cifras alarmantes específicamente en las áreas de matemática y lectura, donde hay un déficit más elevado.
Según estudios realizados por el Banco Mundial, en conjunto con la Unicef y la Unesco, Paraguay es uno de los peores países posicionados en cuanto al nivel de educación en niños y jóvenes de hasta 17 años. En este caso la responsabilidad es un poco compartida ya que ni los alumnos ni los docentes se encontraban en las condiciones correspondientes para encarar dicho escenario.
Realizando una comparación entre grupos de alumnos de tercer a sexto grado se puede observar el lamentable rendimiento de los mismos, Paraguay presenta un índice de más del 50% en alumnos de tercer grado que no tienen un buen nivel de lectura, en cuanto a matemáticas se estima que alrededor del 60% presenta dificultades en dicha materia.
En cuanto a los alumnos de educación media (6° grado) el 80% se encuentra por debajo del índice del nivel 2 en evaluación de lectura, mientras que, en área de matemáticas, el 94% presenta un nivel bajo en aprendizaje. Paraguay es el país peor posicionado en comparación a los otros de la región que también poseen números preocupantes.
La especialista en educación, Karina Hugo, analizó la situación de la educación en el país y mencionó que desde mucho antes de la pandemia a nivel país se venía arrastrando una precaria situación: “Desde mucho antes nuestra educación venía arrastrando algunos déficits que no fueron atendidos y que necesitaban alternativas de solución. No se habla solo de infraestructuras, sino de aprendizaje, de compresión de textos, lectoescritura, que lastimosamente nos sitúan en la franja de países con analfabetismo funcional, todo esto trae también consigo un bajo nivel de recursos humanos y la expectativa para la educación terciaria era inferior.”
Con la llegada de la pandemia esto se agudizó y vinieron muchos problemas más en cadena “podemos decir que tuvimos dos años donde no hubo escolarización, se escolarizan en papeles los alumnos, pero en la realidad no se pudo sortear el problema de la educación a distancia, no logramos cuajar una forma de continuar una educación formar a través de lo digital” mencionó.
También resaltó que otro factor importante fue la poca preparación con la que contaban los docentes: “Nunca se planteó un escenario como el que vivimos, la pandemia nos tomó totalmente desprevenidos a todos. Teniendo en cuenta las necesidades de niños y jóvenes de socializar, de un desarrollo cognitivo y desarrollo de inteligencia emocional”.
La pandemia trajo golpes emocionales
“Los más pequeños son los más afectados, muchos de ellos no pasaron por una educación inicial, los niños que no saben leer ni escribir, también se presentan muchas situaciones de apego, de inmadurez y eso repercute de forma muy evidente” resaltó.
La especialista dijo que es importante que la “escuela de la post pandemia” cambie, que se propongan nuevas metodologías de aprendizaje, nuevas propuestas y que se cree una escuela completamente diferente que vaya más de la mano con las nuevas tecnologías, que son el pan de cada día de los niños y jóvenes.
Cuando se habla de educación todo pasa por el maestro y al hablar de crear una nueva escuela post pandémica el recurso principal que está dentro de ese cambio es el docente. “Los profesores también tienen que tomar conciencia de su influencia en la vida de los jóvenes y de la forma en que su rol afecta a los mismos. Se debe pensar principalmente en que se están educando a futuros ciudadanos; muchos de ellos con secuelas de la pandemia” finalizó.
